No fue una captura más. La detención el pasado viernes de Mauricio Marín Silva, alias Nacho, puso al descubierto el poderío, los alcances y la influencia criminal que concentra –a sangre y fuego– la organización criminal ‘La Inmaculada’ en Tuluá. Su estela de terror y sus sanguinarios métodos tienen en alerta a las autoridades, mientras que la zozobra y el dejo de intranquilidad siguen presentes en el Valle del Cauca. ¿Quiénes son y hasta dónde llegan sus tentáculos?
La de este sábado fue una jornada de espanto. Dos muertos, 11 ataques indistintos, ocho vehículos incinerados y varios heridos fue el balance que dejó una arremetida inédita en diferentes zonas de la población. Fue tal el caos que las autoridades no tuvieron de otra que decretar un toque de queda y militarizar la región.
Detrás de todo está una organización que conocen –y padecen con creces– los tulueños, pero que solo vino a tener relevancia nacional en octubre pasado, tras la ola de violencia que amenazó las elecciones regionales. Se trata de ‘La Inmaculada’, que acogió el mismo nombre del barrio donde nació y que en su momento se conoció como ‘La Oficina’ de Tuluá.
De acuerdo con organismos de inteligencia, es la banda que hoy por hoy manda la parada en materia de crimen organizado en esta población, ubicada en el corazón del Valle a cerca de hora y media de Cali. Manejan la venta de droga, las extorsiones y el tráfico de armas, negocios que están dispuestos a mantener a punta de amenazas y homicidios.
Su principal cabecilla es nada menos que Andrés Felipe Marín Silva, alias Pipe, quien permanece detenido en una cárcel, pero que no tuvo obstáculo para transferir su dominio a alias Nacho, quien fue capturado el pasado viernes en zona rural del municipio.
El mando lo comparten con otros de sus hermanos, pero sin duda Nacho –el hermano menor de Pipe– es una de las cabezas más visibles de la organización. Detrás se encuentra toda una empresa criminal que heredó el poder de cabecillas como John Estiven Idrobo, alias Jerry –otrora jefe de ‘Los Rastrojos’ en el centro de la región–, o su sucesor, Óscar Darío Restrepo, alias Porrón, quien fue detenido en 2015.
El alcalde Gustavo Vélez, en un angustioso llamado al Gobierno Nacional, detalló el poderío de ‘La Inmaculada’, una organización pavorosamente célebre por sus disparos al aire y por decapitar a sus víctimas. Son los mismos que desde hace una década vienen sembrando el terror y que recién pusieron en jaque las elecciones, aunque en el pasado fueron responsables de amenazar a figuras como el exfutbolista Faustino Asprilla.
“Si hablamos solamente de los últimos 10 años han perpetrado más de 1.000 homicidios. Ha sido horroroso. Asesinaron a un agente de tránsito, hay otro que se debate entre la vida y la muerte. Asesinaron a otra persona y al matarla impactaron con una bala perdida a una madre y un niño de 12 meses, que hoy también se debate entre la vida y la muerte”, declaró el mandatario.
Poderío vigente
Aun cuando permanece detenido, alias Pipe conserva el control y dominio de ‘La Inmaculada’. De hecho, tras la reciente detención de Nacho, la banda expidió un comunicado este domingo en el que no solo anuncian más represalias, sino que denuncian “la trampa que hizo el Gobierno Nacional con nuestros líderes, los cuales piden sean escuchados”.
Al exigir la libertad de los suyos y reclamar por supuestos malos tratos en las cárceles, integrantes de ‘La Inmaculada’ advirtieron que no pararán “con todas nuestras actividades y órdenes impartidas”.
El presidente Gustavo Petro respondió a la amenaza. Al advertir que la organización criminal “ha retado a la sociedad” y que sus jefes están presos, insistió en que no aceptarán chantajes. Una de las primeras medidas fue enviar un centenar de soldados del Ejército para contribuir a la militarización de la población.
Sin embargo, las medidas irían más allá. Ante la influencia evidente de sus líderes, aun cuando permanecen detenidos, el Ejecutivo –en coordinación con autoridades de Estados Unidos–, estaría ideando medidas para extraditarlos. La comunidad en Tuluá –muy en particular los comerciantes que siguen asfixiados–, esperan que acciones de este calibre, al fin, logren cortar los tentáculos de ‘La Inmaculada’. Además de ponerles un tatequieto a los criminales, añoran paz y tranquilidad.
Nacho ya había sido capturado
En la cúpula del crimen alias Nacho no es un jefe cualquiera. Es el hermano menor de Andrés Felipe Marín Silva, alias Pipe, nada menos que el máximo cabecilla de la organización y quien permanece preso.
Nacho –quien por orden de un juez fue enviado a instalaciones de la Dijin en Bogotá–, es conocido por ordenar y coordinar hechos de terrorismo y extorsión, sumado al lavado de dinero. Ya había sido detenido en 2019, aunque recobró la libertad por vencimiento de términos en 2022. Desde entonces, arrancó su dominio.
Su captura implica un duro golpe para una organización que, al menos en su alto mando, funciona como una ‘famiempresa’ criminal. “Este es un golpe contundente porque no es lo mismo que ellos consigan una persona ajena a su circulo a que tengan allí a alguien de confianza. Le quitamos una ficha clave porque ellos son de confiar en su propia sangre”, destacó el comandante de la Policía en el Valle, coronel Giovanni Cristancho.