El presidente Gustavo Petro dio luces, durante su primer discurso como presidente, sobre varios de los frentes más importantes durante los próximos cuatro años de su Gobierno.
La paz, la igualdad social, la reforma tributaria y el nuevo giro en el papel de la Fuerza Pública fueron algunos de los puntos centrales de las 21 páginas de su discurso.
Pero, más allá de evocar algunos de los momentos claves de su vida política y de las afirmaciones sobre aumentar la educación y eliminar el hambre, Petro también anunció algunos de los cambios de país que empezarán a regir desde este 7 de agosto.
Dentro de esas modificaciones, el presidente Petro afirmó que las propiedades tomadas para extinción de dominio por la Sociedad de Activos Especiales, SAE, “pasarán a ser la base de una nueva economía productiva administrada por las organizaciones campesinas, por las cooperativas urbanas de jóvenes productivos, y por las asociaciones populares femeninas”.
La SAE es una entidad estatal que está vinculada a los ministerios de Hacienda y Crédito Público, su objetivo es administrar los bienes que se encuentran bajo el proceso de extinción de dominio o que ya habían sido afectados bajo esta medida judicial.
Pese a que habrá que esperar a que el Jefe de Estado amplíe esa propuesta y especifique de qué manera se administrarán esos recursos en el nuevo Gobierno, por ahora está en duda si la SAE seguirá bajo el dominio del Ministerio de Hacienda o si pasará a otra cartera para que llegue a las organizaciones que Petro quiere.
También habló de las drogas
Además de la SAE –que está encargada de administrar los bienes que se expropien por narcotrafico– el mandatario también habló de una nueva ruta para abordar los temas de drogas.
“Claro que la paz es posible si se cambia, por ejemplo, la política contra las drogas, vista como una guerra por una política de prevención fuerte del consumo en las sociedades desarrolladas”, dijo Petro.
Dentro de ese apartado, el presidente pidió una nueva Convención Internacional “que acepte que la guerra contra las drogas ha fracasado, que ha dejado un millón de latinoamericanos asesinados y que deja 70.000 norteamericanos muertos por sobredosis cada año. Que la guerra contra las drogas fortaleció las mafias y debilitó los Estados”.