En la sesión plenaria de este martes se presentará en el Senado el informe de la comisión instructora del caso del suspendido magistrado de la Corte Suprema de Justicia Gustavo Malo, acusado por el escándalo del “cartel de la toga”.
Dicho documento avala la acusación por cinco delitos relacionados por corrupción contra Malo. Si la plenaria le da el visto bueno al documento, el magistrado perdería su fuero y su caso pasaría a la propia Corte Suprema de Justicia, donde enfrentaría un juicio de tipo penal (vale recordar que en el Congreso el juicio es de tipo político).
Acorde a la evaluación presentada por el senador encargado Roosvelt Rodríguez, senador instructor, Malo tendría responsabilidad individual y compartida por los delitos de cochecho propio, concierto para delinquir, prevaricato por acción y por omisión, y utilización de asunto sometido a secreto o reserva.
Al magistrado se le encontró culpable de haber hecho parte del esquema de cobro a cambio de decisiones judiciales en el alto tribunal, conocido como el “cartel de la toga”. Según diversos testimonios, Malo tuvo comunicación con los exmagistrados Leonidas Bustos y Francisco Ricaurte para abordar a aforados con procesos activos en la Corte, por medio de los abogados Luis Gustavo Moreno y Leonardo Pinilla.
Malo estaba a cargo de dos de los principales casos que rodean el escándalo: el de los exsenadores Musa Besaile, que pagó 2.000 millones de pesos y Álvaro Ashton, que pagó 1.500 millones.
Agrega el documento que de no haber estado el señalado magistrado a cargo, ambos habrían terminado en prisión.
