La expansión de poderes para quedarse con el control de las rutas del narcotráfico en el Pacífico nariñense no solo se evidencia con atentados a la Fuerza Pública y afectaciones a la población civil, sino con demostrar quién tiene la capacidad de producir coca al por mayor.
Eso quedó evidenciado con el hallazgo de dos megalaboratorios en Nariño, uno del Eln y otro de las disidencias de las Farc, de donde salieron casi 30 millones de dosis de coca, y que significó la incautación más grande de los últimos 10 años.
Solo en el mega laboratorio de la vereda El Decio, en el municipio de Samaniego, incautaron 20 toneladas de coca con las que se producirían dosis avaluadas en 300 millones de dólares (unos 1,15 billones de pesos, cifra cercana al costo del polémico contrato de Centros Poblados).
Ese complejo del narcotráfico, que financiaba a la compañía Jaime Toño Obando del Eln, está aproximadamente a cuatro horas de distancia de la zona rural del municipio Francisco Pizarro, donde días antes encontraron otro megalaboratorio donde las disidencias del Bloque Occidental Alfonso Cano de las Farc producían cuatro millones de dosis de coca.
Los resultados fueron tan contundentes, que el fiscal general, Francisco Barbosa, viajó hasta Nariño para anunciar, junto al ministro de Defensa, Diego Molano, el resultado de la operación.
“Es la mayor incautación de cocaína que se haya realizado en laboratorios o cristalizadores en los lugares de producción del país”, corroboró Barbosa, quien explicó que fueron 10 toneladas de clorhidrato de coca y otras 10 toneladas de coca soluble en tarros plásticos.
Molano dijo que solo con la incautación del complejo de Samaniego, dejaron de circular 25 millones de dosis que se esperaban enviar a Centroamérica a través del puerto de Tumaco.
A finales de junio de este año, las autoridades habían encontrado un laboratorio en El Decio, donde incautaron seis toneladas de cocaína, que era hasta ese momento, el mayor cargamento decomisado.