En la mañana de este lunes aterrizó en Bogotá el vuelo proveniente de Estados Unidos en el que arribaron a Colombia Leonardo Gómez Pinilla, alias Porcino, el General en retiro Mauricio Santoyo y Juan Carlos Ramírez Taborda, alias Manicomio, todos deportados desde ese país tras cumplir la pena que tenían pendiente en la justicia norteamericana.
Junto a estas tres personas también llegaron otros 101 deportados.
Santoyo, quien fue jefe de seguridad del expresidente Álvaro Uribe, tenía cargos en una Corte de Virginia y estuvo señalado de tener vínculos con el narcotráfico, la “oficina de Envigado” y las Autodefensas Unidas de Colombia. Este fue el primer general de la Policía del país que fue requerido por las autoridades estadounidenses, en 2012, señalado de tener nexos con narcotraficantes.
Su deportación fue anunciada desde comienzos de abril por Migración Colombia. En el país ha sido vinculado al asesinato del periodista Jaime Garzón, de cooperar con grupos para militares y por su presunta participación en la desaparición de dos activistas de derechos humanos.
Al llegar a territorio colombiano, Migración lo puso a disposición de la Fiscalía para avanzar con su proceso judicial.
El proceso contra el general (r) Santoyo
A Santoyo en 2015, la Fiscalía vinculó al entonces coronel a la investigación junto con el también oficial Rito Alejo del Río, esto después de conocer unas declaraciones que rindió desde Estados Unidos Diego Fernando Murillo, alias ‘Don Berna’, en las que indica que los exoficiales presuntamente tendrían relación con los grupos paramilitares de la época, y habrían participado en una presunta estrategia de desviación de la investigación por el crimen.
Así las cosas, Santoyo y el general Rito Alejo del Río fueron citados a diligencia de indagatoria para que explicaran a la Fiscalía su presunta responsabilidad en los hechos que rodearon la muerte de Garzón.
Por su parte, ‘Don Berna’ ha indicado en diferentes ocasiones que Santoyo e integrantes del DAS supuestamente emprendieron una estrategia para desviar la investigación que se adelantaba por el crimen de Jaime Garzón, debido al gran rechazo que generó ante la sociedad, orden que habría sido impartida por el máximo jefe de las Autodefensas, Carlos Castaño.
Santoyo se encontraba pagando una condena en Estados Unidos por delitos relacionados con el tráfico de drogas, mientras que Rito Alejo del Río cumplió una condena de 25 años de prisión por el delito de homicidio agravado y también fue vinculado por la Fiscalía recientemente a la investigación por el crimen de Álvaro Gómez Hurtado.
El presunto asesinato a dos activistas
La Comisión Colombiana de Juristas no escatimó en solicitarle al fiscal Néstor Humberto Martínez, la detención del exoficial, esta vez por la desaparición de Ángel José Quintero Mesa y Claudia Patricia Monsalve Pulgarín, activistas y defensores de Derechos Humanos
Según data la Comisión, los hechos ocurrieron en octubre del año 2000. El informe reveló que Claudia Patricia y Ángel José se habían incorporado a corporaciones de Derechos Humanos para denunciar y buscar a sus familiares desaparecidos y asesinados por grupos paramilitares y agentes de la fuerza pública.
De acuerdo con las investigaciones de la Fiscalía en el momento de la desaparición forzada de los dos activistas, se determinó que la línea telefónica fija de la organización estaba interceptada ilegalmente por una orden falsa de un fiscal adscrito al Gaula Urbano de Medellín.
Según la Comisión, a raíz de este hecho, se descubrió la “más grande operación de interceptaciones ilegales por parte de esa unidad policial, actividad delictiva que se inició al mando del comandante Regional del Gaula de la Policía en Medellín, Mauricio Santoyo Velasco, bajo cuya dirección se produjo el periodo con mayor auge de estos crímenes debido al aumento de la capacidad operativa”.
Para este martes también está programado el regreso al país de David Murcia Guzmán, creador de la pirámide de blanqueo de dinero conocida como DMG.