Corría el año 1919 y Europa aún se encontraba en ruinas. Apenas daba sus primeros pasos para una lenta recuperación tras la Primera Guerra Mundial. La Gran Guerra, como también fue conocida, dejó importantes avances en la aviación militar que terminó siendo fundamental para las Fuerzas Armadas de todo el globo, y ese aspecto no pasó desapercibido en Colombia.
Para esa época, tal y como lo registra la Sección de Patrimonio Histórico y Cultural de la Fuerza Aérea Colombiana, el presidente Marco Fidel Suárez le dio luz a la “arma de aviación” con la expedición de la Ley 126 de 1919.
“Con el fin de garantizar el desarrollo de la aviación en Colombia, el presidente Suárez gestionó con su homólogo francés, Alexandre Millerand, el envío al país de una misión militar aérea y la adquisición de las primeras aeronaves militares. Francia tenía por aquella época muchos pilotos militares veteranos, sobrevivientes de la Primera Guerra Mundial, y una floreciente industria aeronáutica”, añade el documento de la FAC.
A partir de ahí, todo fue una evolución constante en la que, de manera directa e indirecta, los conflictos armados se volvieron determinantes para la Fuerza Aérea.
Prueba de ello fue la guerra contra Perú entre los años 1932 y 1933 y la Segunda Guerra Mundial.
“Para el país fue relevante tener una aviación de Estado para su defensa y eso se materializó en el conflicto con el Perú. En esos lugares tan inhóspitos y lejanos como era el Amazonas, la aviación fue fundamental para sortear la violación a nuestra soberanía; ahí surgen gestas heroicas, temerarias. Para 1942, en plena Segunda Guerra Mundial, un submarino alemán hundió una embarcación nuestra que se llamaba Resolute, cerca de San Andrés, y, a partir de ahí, aparece nuevamente nuestra aviación cuando el Gobierno ordena desarrollar acciones para proteger nuestra soberanía”, resaltó el general (r) Guillermo León, excomandante de la FAC.
En estos 100 años, por esta fuerza han pasado aeronaves fabricadas en Francia, Alemania, Estados Unidos, Israel, España, Holanda, Corea, Brasil y Argentina, y aunque todas han hecho historia, solo un puñado son consideradas, por la propia FAC, como íconos (ver infografía).
Las dinámicas internas
Los desafíos de la Fuerza Aérea no solo se han limitado a escenarios para defender la soberanía nacional. Las dinámicas internas de Colombia obligaron a esta institución a enfocar todos sus esfuerzos y ampliar sus capacidades en el conflicto armado interno, y a responder a las necesidades de las comunidades más apartadas del territorio o ante un desastre natural.
Por esta razón, como lo afirma su actual comandante, general Ramsés Rueda, al momento de usted estar leyendo este artículo, un integrante o una aeronave de la Fuerza Aérea puede estar en una evacuación médica de un civil o militar, en la extinción de un incendio, en el transporte de tropas, en la vigilancia del espacio aéreo, transportando materiales para alguna construcción lejana, en una operación militar contra los grupos armados ilegales o estudiando los rincones del país desde el espacio con el satélite Facsat1 o con aviones no tripulados.
“La Fuerza Aérea siempre ha estado presente. Ha respondido cuando se vulneraron sus fronteras, cuando se han presentado desastres naturales y limpió el cielo de la patria del narcotráfico porque en el año 2003 nos cruzaban 600 trazas al año, ahora si las hay son detectadas y obligadas a aterrizar”, agregó el general (r) León.
Un futuro no muy lejano
100 años, pero la evolución no para ni da espera. La Fuerza Aérea Colombiana trabaja pensando en el futuro y como lo resume el comandante de esa institución, son cinco puntos fundamentales para lo que viene en los próximos 10 años.
“La primera es construir todo el proyecto de modernización de flota, estandarización de líneas logísticas para mejorar la eficiencia y la efectividad de la fuerza; lo segundo es el fortalecimiento de capacidades de inteligencia, vigilancia y reconocimiento; seguido a esto, es la construcción de una capacidad espacial a partir del Facsat1 y apoyar a las instituciones del Estado, academia y a la sociedad en general mediante la observación de la tierra”, dijo el oficial.
El otro asunto tiene que ver con el fortalecimiento del liderazgo regional sobre la base de una Fuerza Aérea con alcance global; y por último, pero no menos importante, fortalecer la capacidad para dominar en el ciberespacio con el objeto de blindar las instituciones, proteger los activos estratégicos de la nación y negar espacios a las amenazas reales y virtuales..