Francisco Javier Ricaurte Gómez, expresidente de la Corte Suprema de Justicia, fue condenado este jueves a 19 años y dos meses de prisión por el escándalo de corrupción conocido como el "Cartel de la Toga".
El juzgado 10 penal del Circuito de Bogotá, encargado de dictar sentencia, condenó al exmagistrado por los delitos de concierto para delinquir, cohecho propio, tráfico de influencias y utilización de información privilegiada.
Así mismo, le fue impuesta una multa de 485 salarios mínimos legales vigentes.
En la audiencia, el juez negó el beneficio de casa por cárcel al procesado, razón por la cual deberá cumplir su pena en un centro carcelario. Ricaurte también estará inhabilitado para ejercer cargos públicos por el mismo tiempo de la condena.
Igualmente, el funcionario judicial destacó que en este caso la Fiscalía “logró cumplir lo que prometió en su teoría del caso, es decir, demostrar la existencia de las conductas punibles como fuere concierto para delinquir agravado en condición de autor a título de dolo. También, igualmente, pudo demostrar tres cohechos”.
El Juzgado 10 penal también se refirió a los testigos presentados por la defensa, de los cuales dijo que ellos “no logran controvertir la declaración del exfiscal anticorrupción Luis Gustavo Moreno (la Fiscalía lo llamó testigo principal) y, por el contrario, la corroboraron”.
En el curso del proceso la Fiscalía demostró que el exmagistrado, junto a algunos funcionarios judiciales y un grupo de abogados, promovió y dirigió una organización criminal que, en al menos tres oportunidades, recibió dádivas para interceder en investigaciones penales contra aforados (investigados por el alto tribunal) constitucionales.
La Fiscalía explicó en un comunicado que “en el entramado de corrupción, el abogado Luis Gustavo Moreno se encargaba de acercarse a los denominados ‘clientes’ para pedirles dinero a cambio de la mediación ilegal. Cuando las personas contactadas accedían a pagar, la suma era distribuida entre Ricaurte Gómez y los otros señalados integrantes de la estructura, quienes se encargaban de realizar gestiones indebidas en diferentes instancias judiciales para manipular las decisiones”.
El exmagistrado fue capturado en 2017 y se estaba defendiendo en libertad porque un juez de circuito de Bogotá lo dejó libre por vencimiento de términos, ya que no existía una sentencia condenatoria en su contra en dicho momento.
El pasado 9 de marzo, el Juzgado 10 de Conocimiento de Bogotá emitió el sentido de fallo condenatorio contra el expresidente de la Corte Suprema. Un día después (10 de marzo), Ricaurte intentó entregarse en el Centro de Servicios Judiciales de Paloquemao, pero aparentemente la orden de captura en su contra no estaba lista. Horas más tarde el CTI de la Fiscalía hizo efectiva su captura.
Fiscalía apela
El juez finalizó la diligencia indicando que se logró comprobar la existencia de las conductas punibles y se pudo demostrar, más allá de cualquier duda razonable, que “Ricaurte actuó con dolo directo y que dadas las condiciones de la conducta, denotan su gravedad por alguien que ocupaba una posición distinguida en la sociedad y precisamente en la cúspide de una de las ramas del poder más importante del país que es la Corte Suprema de Justicia y el Consejo Superior de la Judicatura del cual fue su presidente”.
La decisión fue apelada de inmediato por la Fiscalía quien consideró que la pena no era suficiente pues en la audiencia de sentido de fallo condenatorio, había pedido una pena de 24 años y una multa de 562 salarios mínimos. Ricaurte y su defensa también apelaron la decisión.
Segundo exmagistrado condenado
Con este fallo, Ricaurte se convierte en el segundo exmagistrado de las altas cortes que es condenado por un hecho de corrupción. El primero fue Jorge Pretelt, quien llegó a ser presidente de la Corte Constitucional y a quien la Corte Suprema sentenció a más de seis años de prisión por concusión en un caso relacionado con Fidupetrol.
Francisco Ricaurte llevaba más de 30 años en la rama judicial y ocupó altos cargos, que incluyen el de magistrado en el Consejo Superior de la Judicatura y en la Corte Suprema, donde incluso llegó a ser su presidente en 2008.