El proyecto de refundar a las antiguas Farc, que había propuesto el comandante Luciano Marín Arango (“Iván Márquez”), no solo es un fracaso desde que fuera lanzado hace siete años, sino el principal causante de la violencia que azota a muchas regiones de Colombia.
Las dos disidencias farianas, Segunda Marquetalia y Estado Mayor Central (EMC), protagonizan brutales combates que agobian a las comunidades en la Costa Pacífica Sur, Arauca, Guaviare, Norte de Santander y Venezuela.
La situación tiende a empeorar tras el anuncio del EMC, de crear un bloque para aglutinar a sus frentes en el centro del país.
Las dos facciones tienen diferencias ideológicas, pero también disputan territorios para el control de enclaves de narcotráfico, minería ilegal y zonas de extorsión. Se acusan mutuamente de estar infiltradas por la Fuerza Pública y realizan actividades de espionaje para dividir al otro.
¿Pero por qué Néstor Gregorio Vera (“Iván Mordisco”), líder del EMC, se niega a seguir las órdenes de “Iván Márquez”, quien otrora fue su jefe? EL COLOMBIANO reconstruye, de adelante hacia atrás, esta trama de rencores y sangre, para entender qué está sucediendo hoy con el conflicto armado.
Traiciones internas
Una de las historias de traición más recientes alrededor de este par de enemigos es la de Fabián Guevara Carrascal, alias “Ferley González”.
De acuerdo con la Dijín, era el cabecilla financiero del frente 10° del EMC en Arauca, desde 2018. Entre sus funciones estaban coordinar negocios de narcotráfico con carteles mexicanos y venezolanos.
También era conocido por ejercer violencia excesiva contra la población y la Fuerza Pública, tanto en Colombia como en Venezuela. Se le sindica de ordenar el asesinato del patrullero Jonathan Sierra Suaza en el municipio de Fortul (2019) y del atentado con un cilindro bomba en el que murió el técnico antiexplosivos de la Armada, sargento Javier Caicedo Velásquez, y quedaron heridos de gravedad cinco policías en la localidad de Arauca (2020).
Por presuntas diferencias en el manejo del dinero, “Ferley” cayó en desgracia con los jefes del EMC, quienes lo acusaron de robarles. Su venganza les confirmó esa sospecha.
En secreto, se contactó con antiguos conocidos de la Segunda Marquetalia en el país vecino, quienes le ofrecieron respaldo si se unía a sus filas.
En 2021 huyó con cerca de $40.000 millones de las arcas del frente 10° y se refugió en el Magdalena Medio santandereano con sus nuevos socios. Parte de ese dinero fue utilizado para la creación del frente 12 Isaías Pardo, que delinque para los marquetalianos en los municipios de Puerto Wilches, Barrancabermeja y Cimitarra.
En esta última ciudad fue capturado por la Dijín hace dos semanas.
Otro caso parecido sucedió en Guaviare, en enero de 2023. La Segunda Marquetalia de nuevo infiltró a su enemigo, esta vez al frente 1° Armando Ríos, en los municipios de Miraflores, Calamar, San José del Guaviare y El Retorno.
Lo fragmentó desde adentro, por lo que se dividió la estructura, surgiendo el Frente 1° Armando Ríos Marquetalia Bolivariano.
Ese fue un golpe moral al corazón del EMC, porque el frente 1° fue la primera facción de las antiguas Farc que renunció al proceso de paz de La Habana en 2016, antes de la firma del Acuerdo Final, bajo la dirección de “Gentil Duarte” e “Iván Mordisco”.