En una extensa carta de cinco páginas, el expresidente César Gaviria le respondió al actual contralor (e), Carlos Mario Zuluaga, el informe en que la Contraloría General de la República evidencia que 26 Entidades Promotoras de Salud (EPS) suman una deuda que asciende a los $25 billones con Instituciones Prestadoras de Servicios de Salud y proveedores, a lo que se suma que solo cinco EPS cumplen con el manejo de sus reservas técnicas.
Para Gaviria, Zuluaga en sus declaraciones no ha profundizado en lo que el expresidente llama las “causas y génesis” del porqué solo 5 de las EPS cumplen con los requisitos de reservas técnicas. Añade que más allá de la obligación legal de las EPS de conformar dichas reservas, el sector salud tiene un problema estructural de insuficiencia de la Unidad de Pago por Capitación (UPC) y existe un atraso en el pago de los presupuestos máximos y, peor aún, un mal cálculo de estos, lo que hace parte de una gravísima crisis de flujo de recursos.
“En el marco de todo lo anterior, el mismo Gobierno Nacional solicitó en el 2022 hacer uso de esas mismas reservas técnicas para el pago de deuda corriente, en función del Decreto 995 de 2022. Es decir, el Gobierno instó a gastar las reservas técnicas por el problema de flujo de recursos que él mismo ha venido creando”, agrega el exmandatario.
En el informe presentado, la Contraloría detalló que “el pasivo de dichas reservas técnicas alcanza un total de $13.7 billones, de los cuales solo están respaldados $1.3 billones en inversiones, evidenciando así un faltante de $12.4 billones”.
Más adelante, Gaviria calificó de superficial el informe de la Contraloría, de tener errores de cálculo y lo señaló de “provocar una fractura aún más del debate sectorial al decir que esta situación lleva a algunos a pensar en que una posibilidad es cerrar las EPS, tal y como lo proponía el Gobierno o simplemente exigir la conformación de esas reservas a las EPS”.
Para el expresidente la no conformación de las reservas técnicas, no se debe exclusivamente a malas prácticas empresariales, sino que es un síntoma de una gravísima situación financiera del sistema de salud. “No se soluciona desapareciendo a las EPS y acabando con uno de los grandes logros sociales del país en los últimos treinta años”, indicó.
Más adelante, Gaviria le dice a Zuluaga que el Partido Liberal, el Conservador, y el de la U, ya habían alertado en la necesidad urgente de hacer reformas al sistema de salud para corregir problemas que se habían acumulado a lo largo de los años.
Pero en otro aparte, el análisis presentado por Zuluaga estableció que 16 de las EPS (el 61.5% de las mismas), cuentan con indicadores de margen de solvencia no satisfactorios y, lo más grave, no cumplen con la provisión ni con el Régimen de Inversión de las Reservas Técnicas, por lo que incumplen los requisitos para operar.
Entre esos, dice el expresidente la desaparición de EPS del régimen subsidiado, lo que dice generó la concentración del riesgo en unas pocas EPS, afectando desproporcionadamente su gasto en salud.
También, Gaviria señala a una exministra (Carolina Corcho) de impedir que el Gobierno aportara los recursos para mejorar el cubrimiento y atención de una gran cantidad de ciudadanos.
“El verdadero problema está en que el Gobierno decidió tramitar el proyecto por las Comisiones séptimas, a pesar de que el mejor criterio por tratarse de un derecho era hacerlo por las comisiones primeras con una Ley estatutaria, donde ya algunos parlamentarios han presentado proyectos alternativos. El hecho de que el Ministerio de hacienda no hubiera otorgado la disponibilidad presupuestal hace que continuar con ese trámite sea totalmente inconducente”, señaló.
En la mitad de la carta, el expresidente califica la posición del actual Gobierno como “una verdadera catástrofe social”, porque según dice, “muchas personas van a morir, porque el Estado tomó la decisión de producir las tecnologías de salud en Colombia sin un plan, de destruir el sistema de salud y poco ha hecho técnicamente para que se materialice lo primero y se solucionen los verdaderos problemas estructurales del sector”.
Por último Gaviria le dice a Zuluaga que el Gobierno ha mentido en cuanto a las cifras de los pagos y que sus acciones frente al sector salud parecen impulsado por “una obsesión ideológica que busca aniquilar un modelo de desarrollo que Colombia ha forjado a lo largo de más de tres décadas”.
