Dándole continuidad a las audiencias públicas sobre el reconocimiento de falsos positivos en Antioquia, la Jurisdicción Especial de Paz (JEP) organizó una nueva diligencia en la Terminal del Norte, en Medellín.
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Al acto, que inició en la mañana de este jueves y terminó después del mediodía, asistieron ocho exmilitares que protagonizaron estos crímenes en la década pasada, los cuales ya habían hablado ante la comunidad en el cementerio del municipio de Dabeiba, el pasado martes, donde terminaron sepultadas varias de sus víctimas.
En el evento de la Terminal del Norte estuvieron, además de los magistrados de la JEP, dolientes de las víctimas y representantes de agremiaciones de Derechos Humanos, que tuvieron la oportunidad de expresar sus sentimientos y opiniones ante los victimarios.
Los exmilitares confesaron que los falsos positivos fueron una práctica común y que en muchos casos raptaron a residentes de Medellín para llevarlos hasta Dabeiba y ejecutarlos allá, simulando combates contra la guerrilla.
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“Llegamos a esta terminal e interceptamos a un joven con ganas de trabajar y lo engañamos (se llamaba Jhon Jarvi Cañas Cano). Fue llevado a cercanías de Dabeiba, donde fue asesinado por el mismo comandante del batallón (coronel David Herley Guzmán Ramírez)”, reconoció el sargento (r) Fidel Ochoa, exmiembro del Batallón de Contraguerrillas N°79.
Varios de los asesinados eran mendigos, los cuales eran recogidos en la calle bajo engaños, para luego hacerlos pasar por guerrilleros y dispararles.
Otra confesión la hizo el soldado profesional (r) Jesús Contreras: “Todo comenzó en Ituango cuando el mayor Guzmán escogió un grupo especial llamado ‘El vuelo 79’ y con ayuda de paramilitares nosotros nos disfrazábamos de paracos y fue así como irrumpimos en la Escuela de San Luis, en Ituango”.