En medio de la crisis que enfrenta la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd) –por cuenta de las presuntas irregularidades alrededor de la compra de 40 carrotanques–, este martes comenzó a tomar fuerza la eventual salida del actual director, Olmedo López Martínez. Según pudo establecer EL COLOMBIANO, en su lugar arribaría uno de los petristas más incondicionales del Gobierno: el exconcejal de Bogotá Carlos Carrillo.
En diálogo con este diario, el excabidante admitió que sí lo han “invitado a ser parte del Gobierno”, pero fue enfático en señalar que aún no se ha tomado ninguna decisión, ni se ha hablado de algún puesto en particular.
Lo cierto es que a Carrillo sí se le ha visto en los últimos días en reuniones tanto en Palacio como en el Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre). Allí se habría ventilado su eventual llegada al gabinete. Eso sí, sin precisarse aún cuál sería su destino. Fuentes coinciden en que el arribo a Gestión del Riesgo se ha puesto sobre la mesa.
El interés del cabildante sería apoyar al Gobierno y “apagar incendios” donde mejor disponga el jefe de Estado. Sin embargo, no hay hechos concretos, como un ofrecimiento formal o la publicación de su hoja de vida en los aspirantes a cargos públicos.
Carrillo llegaría al Ejecutivo en medio de la crisis que enfrenta la Ungrd por cuenta de la contratación de carrotanques para llevar agua al departamento de La Guajira.
Varios entes de control, entre ellos la Contraloría y la Procuraduría, tratan de establecer si se presentaron irregularidades en las etapas precontractuales y de ejecución en este proceso de contratación, ya que, al parecer “existe un posible direccionamiento en la selección del contratista, falta de capacidad e idoneidad de la empresa encargada de suministrar los vehículos y un posible detrimento patrimonial”.
Por si fuera poco, la Unidad no solo habría comprado los 40 carrotanques de La Guajira, sino que también habría ordenado la compra de otros 20 vehículos con el mismo contratista inicial que está siendo criticado por presuntos sobrecostos.
La noticia fue revelada por el recién despedido subdirector de la Unidad, Víctor Andrés Meza, quien fue declarado insubsistente y apartado de su cargo como la primera cabeza en pagar por el millonario escándalo por presunta corrupción.
Según Meza, a finales de enero también tuvo conocimiento de un documento en el que se ordenaba la compra de otros 20 carrotanques a la empresa Improamericana Roger SASM, la misma compañía con la que se firmó el contrato inicial por $46.800 millones para los 40 carrotanques que estuvieron todo este tiempo parqueados y sin uso en un extenso lote de La Guajira.
Según lo que le dijo Meza a la Procuraduría General de la Nación, ese nuevo contrato directo era por un monto de 27.600 millones de pesos, lo que significa que la Unidad pagaría más por los segundos carrotanques que por los primeros.
En el contrato inicial, cada vehículo terminó costando $1.170 millones, en el segundo acuerdo cada máquina valdría $1.380 millones, un sobrecosto de $210 millones por cada uno.