En medio de un acalorado debate, la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó un proyecto de ley que reduce drásticamente los fondos destinados a Colombia para el año fiscal 2025. La medida contempla un recorte de hasta el 50% en comparación con el financiamiento que fue aprobado para 2024; decisión que ha generado preocupación y controversia en los gobiernos de ambos países.
El proyecto de ley avanzó desde el Subcomité de Apropiaciones para Operaciones en el Extranjero, en donde destinaron solo 208 millones de dólares para Colombia, casi la mitad de los 410 millones aprobados en 2024. La justificación para esta reducción radica en la creciente preocupación por parte de miembros del Comité sobre las políticas del presidente Gustavo Petro, que según los legisladores estadounidenses, van en contra de intereses económicos y de seguridad de Estados Unidos.
La voz más crítica y radical para defender la reducción, fue la del congresista Mario Díaz-Balart, presidente del Subcomité de Apropiaciones. “Si eres amigo y aliado de Estados Unidos, entonces hay respaldo. Pero si no lo eres o te alineas con sus enemigos, entonces este proyecto no te va a gustar”, agregó Díaz-Balart recalcando que la administración Petro debe decidir si desea mantener una buena relación con Estados Unidos o ser un duro crítico de sus políticas.
Además de establecer una reducción del 50% en el presupuesto de ayuda internacional, la Comisión estableció una serie de condiciones para desembolsar el resto de los fondos que fueron aprobados para el 2024. Entre las condiciones impuestas se incluyen el compromiso de Petro de mantener la democracia en Colombia, erradicar las redes de narcotráfico y luchar contra la corrupción. “El presidente Petro y su Gobierno tienen que mantener y proteger el Estado de derecho dentro de Colombia y luchar contra el narcotráfico”, añadió Díaz-Balart.
Si bien la noticia es preocupante para Colombia y ha generado rechazo por parte de varios políticos en Estados Unidos, la reducción de fondos no será definitiva hasta que la administración de Joe Biden presente un informe completo sobre las relaciones bilaterales y las políticas del Gobierno colombiano que favorecen la seguridad nacional de Estados Unidos.
Brian Nichols, subsecretario de Estado para el Hemisferio Occidental, discrepó con la decisión respaldada en limitar el apoyo a gobiernos de izquierda, y afirmó que “un gobierno de izquierda no es necesariamente un enemigo de Estados Unidos. Trabajamos con cualquier gobierno, sin importar su ideología, siempre y cuando respeten la democracia y hayan sido electos por una mayoría de sus ciudadanos”.
Todd Robinson, subsecretario de Estado para Asuntos de Narcotráfico Internacional, reafirmó el compromiso de la administración Biden de luchar por cada centavo de ayuda para Colombia. “Vamos a pelear por todos los centavos y dólares que podamos conseguir, pero dejaremos que la rama legislativa haga lo que tiene que hacer para respaldar nuestros esfuerzos”.
Desde Colombia, varios sectores expresaron su preocupación, argumentando que la decisión podría aislar a Colombia de la democracia y fortalecer sus relaciones con países socialistas.
