Se tenía previsto que la discusión de la reforma a la salud, que hace parte de los proyectos del corazón del petrismo, arrancara su discusión este martes.
Si bien en la noche de este lunes el Gobierno Nacional divulgó el decreto en el que se citaba al Congreso a sesiones extraordinarias para acelerar la discusión de la reforma a la salud, lo que implicaba que a partir de este martes arrancaría la discusión, hoy se conoció que solo hasta el miércoles los parlamentarios reanudarán labores.
¿La razón? Según confirmó el propio presidente de la Cámara, el representante Jaime Raúl Salamanca, no se publicó ni el decreto que convoca a extras, ni el decreto de nombramiento del nuevo ministro del Interior, Gustavo García Figueroa, quien asumirá en reemplazo del saliente ministro Juan Fernando Cristo.
Aunque podría tratarse de asuntos de forma y mero trámite, se trata de condiciones establecidas en la ley que, incluso, podrían viciar el trámite del proyecto de reforma.
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“Posterior al decreto nos informaron que había algunos temas relacionados con la publicidad de los decretos de nombramiento de los ministros y funcionarios que deben aclararse (...) hemos tomado la decisión de sesionar desde el día miércoles. Nuestro compromiso siempre ha sido trabajar de la mano de las distintas bancadas para entregar leyes útiles al país”, explicó el representante Salamanca,
Inicialmente, se tenía previsto que este martes los congresistas asistieran al Capitolio para anunciar la reforma, es decir, para hacer la convocatoria formal y arrancar de lleno el debate este miércoles. Sin embargo, parece que el anuncio y la discusión comenzarán hasta mañana. Hay que tener en cuenta que el decreto establece que las sesiones se extenderán hasta el viernes.
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Previamente, la segunda vicepresidenta de la Cámara, la representante de oposición Lina Garrido (Cambio Radical) –quien expresó su rechazo a las extras en medio de la crisis ministerial en el gabinete de Gustavo Petro–, sostuvo que el decreto en el que se hace convocatoria a las sesiones estaba viciado.
“Aparece firmado por Gustavo García Figueroa, quien fuere encargado como ministro del Interior en reemplazo de Juan Fernando Cristo. Al momento de la divulgación del decreto no se había publicado ni en el Diario Oficial, ni en la página del Dapre (Departamento Administrativo de la Presidencia) el otro decreto que es el que le da el encargo como ministro (a García) y por ende la facultad para firmar el decreto de convocatoria de sesiones extraordinarias”, alertó.
Este lunes, el presidente de la Cámara confirmó que sí habrá convocatoria a sesiones extras en el Congreso –con todo y que días atrás había dicho que no se realizarían–; no obstante, sectores de oposición sentaron una enérgica voz de protesta y expresaron su rechazo a que se desarrollen las sesiones.
De acuerdo con la representante Garrido, se trata de una “convocatoria sin dirección, con un gabinete en ruinas tras la renuncia de todos los ministros, y con un presidente que prefiere embarcarse en una excursión internacional”.
Lo anterior, en referencia al periplo que adelanta el primer mandatario en Medio Oriente y horas después de que el presidente Gustavo Petro, tras el accidentado Consejo de Ministros del pasado martes, pidiera la renuncia protocolaria a su gabinete en medio de las fisuras por el controvertido arribo de Armando Benedetti.
“Señor Presidente, permítame apelar a su sensatez: ¿Vale la pena malgastar los recursos públicos en sesiones extraordinarias que carecen de propósito?”, cuestionó Garrido a Salamanca, luego de que este confirmó que, tras dialogar con el presidente Petro, se resolvió citar a extras para acelerar la discusión de la reforma a la salud.
De acuerdo con la congresista, la citación “no es más que otro capítulo de la improvisación y el irrespeto” con el que este Gobierno ha tratado al Congreso y a la institucionalidad. “¿Cómo pretende el Ejecutivo que se adelanten discusiones serias cuando su propio equipo de Gobierno ha sido desmantelado? ¿Cómo justificar el derroche de dinero en sesiones donde ni siquiera el jefe de Estado se encuentra en el país para sostener su agenda legislativa?”.
Por todo ello, calificó la convocatoria como un atropello a la democracia y a la dignidad del Congreso. “No seré cómplice de esta farsa política que, lejos de buscar soluciones para los colombianos, se convierte en un espectáculo vacío de contenido y de liderazgo”, agregó, exhortando además a los congresistas “a no prestarse para legitimar esta burla. Colombia merece instituciones que trabajen con seriedad, no un Congreso al servicio de la improvisación presidencial”.
