Si algo marcó la agenda mediática de las pasadas elecciones regionales, a parte de los candidatos quemados o los que regresaron a los cargos que ocuparon hace unos años, fueron las elecciones atípicas de mandatarios que llegaron al poder, tal y como ocurrió con la elección del alcalde de Tunja, un ruso que se vino a vivir a Colombia para realizar una pasantía universitaria, y le gustó tanto el país, que se quedó a vivir en él.
Conocido como el profe, Mikhail Krasnov ganó la alcaldía de la capital de Boyacá con el 31,53%, con 27.330 votos y superando a John Ernesto Carrero Villamil.
Sin experiencia de política, sin tener la maquinaria de los partidos políticos y hasta sin dinero, el ruso logró superar a partidos tradicionales y quedarse con el cargo. En entrevista para Colprensa, contó acerca de su historia, de cómo llega a la política, sobre los principales problemas que tienen los políticos actuales y como la corrupción sigue afectando las inversiones en el país.
¿Quién es Mikhail Krasnov, el nuevo alcalde de Tunja?
“Yo nací en Rusia cuando todavía era la Unión Soviética, estudié allá y a una edad bastante joven viajé para Alemania y viví ahí estudiando en la Humboldt, en Berlín. Vine en 2008, en febrero a Tunja, directamente prácticamente por la invitación de la Universidad la UPTC, la pública de Tunja que tiene intercambio con la Universidad Humboldt de Berlín, como estudiante de intercambio. Vine para pasar un semestre y me gustó mucho, mucho estar acá. Tanto la ciudad como el ambiente, la conexión que tiene uno con la gente, y volví y me quedé
Después de ser estudiante, trabajé como profesor en la UPTC, en la misma universidad y terminé varias carreras, soy Economista, soy Sociólogo, tengo doctorado en Sociología Económica y Demografía, tengo cuatro maestrías en total. Soy especialista, académico con la experiencia nacional e internacional, público y privada sobre todo como economista con la visión”.
¿En qué momento un estudiante de intercambio se decide por lanzarse a la política a la alcaldía de Tunja?
“De ser estudiante de intercambio a ser candidato electo han pasado muchas cosas: he culminado la formación profesional, la personal porque una de las razones para hacer política es también la madurez personal y siento responsabilidad por lo que está pasando alrededor y la sensación de una conexión de que yo, en mi experiencia, desde la preparación académica, puedo contribuir a la ciudad pagando lo que le debo a Tunja”.
Mucha de la política que se realiza en Colombia esta acaparada por partidos políticos tradicionales. ¿Qué hizo de diferente para llegarle a la gente?
“Nosotros hicimos todo novedoso, no se trata de que yo tenga cara diferente o la voz con acento, aunque de pronto hasta eso llama la atención de cierta manera. Pero se trata de que nosotros hemos hecho una campaña completamente moderna. ¿En qué sentido? En que aquí no hubo la inversión en la publicidad audiovisual de colocar vallas, hacer reuniones grandes. Obviamente tampoco hemos tenido la maquinaria con recursos administrativos de otras que los obligan a traer 10 personas a la reunión.
Para mí es importante no ir a halar a los líderes o comprar votos o hacer reuniones. La competencia consiste en la imagen del candidato, la hoja de vida, el plan del gobierno, la sustentación del plan del gobierno en los debates, cierto marketing, trabajo en redes sociales y así nosotros hemos ganado. Sin plata, realmente sin plata, sin apoyo político, nosotros hemos ganado la Alcaldía de Tunja y con la diferencia de 8.500 votos”.
¿Qué le falta al colombiano o al país para que crezca más?
“Durante mucho tiempo, en América Latina, Colombia ha sido uno de los países más cerrados para los intercambios para los extranjeros. Si nosotros comparamos los flujos migratorios de Venezuela, Chile, Argentina, Brasil, tienen más extranjeros, y no hablo solo de turistas sino de inversión que son nuevas ideas que crecen en el intercambio.
Por otra parte, acá no faltan las instituciones modernas y políticas, el problema es que son muy corruptas. Hay mucha corrupción en Colombia también para cualquier iniciativa. Llega un inversionista y lo primero que le pide el alcalde es la coima, que como voy yo en el contrato, y los círculos empresariales serios no trabajan con esos esquemas. Tenemos que tener más control, más exposición para el control nacional e internacional porque los extranjeros cuidan su plata”.
¿Cuáles son los mayores problemas que tiene Tunja?
“Tenemos varios campos de acción. Tenemos un malestar en la malla vial, mal estado de infraestructura física como los parques, desempleo, inseguridad que crece. Todos son consecuencias de que no tenemos el desarrollo económico porque la base de la economía es el sector privado, la empresa privada. La mayoría de los empleos salen del sector público, de las universidades de colegios, entes gubernamentales, la alcaldía; entonces la acción principal es traer la empresa y crear los puestos laborales, con eso cambiamos las circunstancias, las condiciones para actuar porque entre más empleos llegan más ingresos, y eso supone más gasto y crece el mercado interno”.