En entrevista con La FM, el secretario general de la Cancillería, Juan José Salazar, ratificó que no le había consultado a nadie su decisión. Salazar está en medio de un gran escándalo porque expidió una resolución en la que resolvió el contrato de los pasaportes por 600.000 millones de pesos en favor de Thomas Greg and Sons.
Pero Salazar dijo algo adicional. Explicó que él mismo tuvo una conversación con el embajador Luis Gilberto Murillo, en la que este aseguró que iba a sugerirle al presidente Gustavo Petro la conciliación con Thomas Greg and Sons. En la misma línea, el secretario general de la Cancillería dijo que el ex canciller Leyva conocía su posición. “Yo se lo dije, le dije que lo mejor era aceptar las recomendaciones del comité”, aclaró. Pese a esa alerta, el canciller encargado decidió deshacer la decisión que había tomado Leyva para concentrar todo el poder de la definición de la adjudicación únicamente en él, y en un extraño movimiento Murillo le regresó el poder a Salazar. Este lunes se conoció la decisión del secretario, que tuvo una repercusión inmediata en el presidente Gustavo Petro, quien lo llamó traidor, dijo que el contrato era “corrupto” y agregó que debe haber investigaciones penales.
Sin embargo, hay todavía preguntas tras la decisión del secretario. Salazar fue llevado al Ministerio por el canciller Leyva, quien lo conoce desde hace años, por lo que no se entiende por qué el funcionario hizo todo lo contrario que el presidente Gustavo Petro y su propio jefe habían ordenado. El pleito con Thomas Greg es enorme para el Gobierno por la posición del mandatario que ha dejado clara su intención de que la licitación no estuviera “amañada”, pero, además, porque la contra demanda por no adjudicar es de más de 100.000 millones de pesos, que el Estado podría perder en el largo plazo. “Yo ya estaré en la tumba”, habría dicho Leyva sobre esa posibilidad.
EL COLOMBIANO consultó con fuentes en el Gobierno por qué esta decisión los terminó sorprendiendo a todos, incluso internamente. “El embajador le había pedido la renuncia a Salazar el jueves y él se negó el viernes. ¿Por qué no había tomado esta decisión antes entonces?”, dijo un funcionario a este diario.
Lo que viene para Leyva
Este mismo martes el canciller Leyva solicitó que su juicio disciplinario sea aplazado, debido, entre otras cosas, a que la adjudicación suspendería los términos de las acciones de la Procuraduría. “Con esto es muy difícil que vuelva Leyva”, dijo la fuente. A su vez, el mismo secretario Salazar se acercó al Tribunal Superior de Cundinamarca para evitar cualquier pleito posterior llevando la documentación de su decisión. Salazar también dijo que Leyva debería entonces volver a su cargo. Es decir, a pesar de que el propio funcionario hizo todo lo contrario a lo que sus jefes le ordenaron, buscó beneficiar al canciller tratando de evitarle un juicio disciplinario, reintegrarlo a su cargo y evitarle un perjuicio individual por la demanda.
Todavía quedan muchas preguntas y no se entiende bien el motivo de la decisión. “El presidente no puede estar por encima de la Constitución y la ley, pero el tiempo le demostrará que yo soy un hombre leal”, concluyó Salazar en entrevista con este diario.