Mientras el Gobierno Nacional avanza en las conversaciones de paz con las guerrillas del ELN y el Estado Mayor Central, las autoridades locales deben atajar las cifras de menores de edad muertos durante los enfrentamientos armados entre ambos grupos armados ilegales.
Cuando cesan los disparos y el cara a cara entre los insurgentes, en el campo de batalla, las autoridades hacen levantamiento de los cuerpos de niños y adolescentes caídos en combate. Indefensos, para ellos cesa la vida, aún con fusiles en mano, vistiendo uniformes de los responsables del reclutamiento y el raponazo de sus infancias.
Esta situación fue alertada por el personero del municipio Tame, Arauca, Juan Carlos Villate, quién, en diálogo con Caracol Radio, desenmarañó una cruda realidad y que por momento el país creyó haber superado como lo es el reclutamiento de menores de edad, principalmente indígenas y habitantes de las zonas rurales.
”Hemos dicho que llevamos un conflicto entre ELN y El Estado Mayor Central y cada que se enfrentan vemos niños muertos o heridos, también hemos recuperado muchos niños, esto nos tiene muy preocupados, la forma en que se los llevan, algunos los convencen a otros los obligan”, dijo el Personero.
Aprovechando sus necesidades, a los menores las guerrillas les prometen mejorar su condición económica y calidad de vida, promesas que los llevan a integrar las filas terroristas de manera voluntaria; cierto es, que también son muchos los que se rehúsan y que al final son llevados en contra de sus deseos y el clamor de sus familias.
“Las formas de reclutamiento son variadas, les prometen futuro llamativo, como una forma de enamoramiento, a niños de 11 y 12 años les ofrecen muchas alternativas y así los atraen, pero también en comunidades indígenas llegan y los reclutan, muchos niños se han intentado escapar, pero los cogen y los asesinan”, añadió el funcionario.
En Arauca las autoridades esperan que durante el cuarto ciclo de negociaciones de paz con el EMC se priorice este tema del reclutamiento y que de manera tangible, es decir con la disminución de las cifras o liberación de los menores, demuestren sus intenciones de paz.
“Todos sabemos que hay diálogos con ELN y las disidencias, pero queremos ver reflejado en que los niños no sean reclutados, esto está muy crítico, se están trayendo niños del Cauca, Nariño, Caquetá, los están trayendo para que el conflicto continúe, es un escenario que rechazamos y pedimos al Gobierno priorizar esta situación, este tema debe ser una prioridad”, enfatizó a Caracol Radio.
A propósito, en San José del Guaviare inició el cuarto ciclo de negociación entre el Gobierno Nacional y el EMC, en el que se hablará en primera instancia del cumplimiento al cese al fuego pactado hasta el 15 de julio. Mientras tanto, en Venezuela avanza el quinto ciclo de conversaciones con la guerrilla del ELN; en ambos escenarios las comunidades claman el cumplimiento de los acuerdos y el trazo de la hoja de ruta hacia la paz.