La Unidad de Investigación y Acusación de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) radicó el escrito de acusación y llamó a juicio al coronel en retiro Publio Hernán Mejía, quien fungía como comandante del Batallón La Popa, en Valledupar, para que responda por los casos de falsos positivos en esa zona durante los años 2002 y 2003. A Mejía se le atribuyen por lo menos 72 casos de ejecuciones extrajudiciales y también fue acusado por los delitos de desaparición forzada, tortura y homicidio en persona protegida.
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La decisión, que hace parte del macrocaso 03, se tomó porque Mejía no aceptó la responsabilidad por los crímenes ocurridos mientras comandaba ese batallón.
El anuncio se da dos meses después de que se ordenara su captura y fue el mismo director de la Unidad de Investigación y Acusación, Giovanni Álvarez Santoyo, quien indicó que ya se compulsaron copias a la Fiscalía, Procuraduría y Comisión Nacional de Disciplina Judicial para verificar si se ha cometido negligencia al momento de investigar a Mejía, quien ya había sido condenado por la justicia ordinaria.
“Rescatamos de los anaqueles del olvido y la impunidad procesos que se iniciaron y archivaron por hechos que no debieron ocurrir y realmente nos avergüenzan como sociedad”, dijo Álvarez.
Según su expediente, durante la comandancia de Mejía en Valledupar, alrededor de 72 personas habrían sido presentados como guerrilleros y tal como se menciona en la imputación, el exmilitar se habría aliado con el Bloque Norte de las Auc para que le entregaran las víctimas que luego eran presentadas como guerrilleros bajo documentos falsos.
Precisamente, en su periodo como coronel, se crearon grupos especiales que tenían como único objetivo responder a las órdenes de Mejía, es decir, presentar falsos positivos.
Así las cosas, según Álvarez, Mejía fue acusado por los delitos de homicidio en persona protegida, tortura y desaparación forzada. El exmilitar sería el segundo en ser acusado por la Fiscalía de la JEP.
“Publio Hernán Mejía Gutiérrez ideó, diseñó y ejecutó a través de un ilegal aparato organizado de poder un plan criminal que consistió en asesinar personas de la población civil y presentarlas como bajas en combate, motivado por darle a la sociedad una falsa percepción de seguridad y con el que pretendió consolidar la imagen de ser el mejor oficial del Ejército Nacional”, resaltó el director de la UIA.
Mejía no aceptó los cargos en su contra y en el caso también fueron imputados 14 militares que pertenecían a ese Batallón La Popa, señalados de ser miembros de una organización criminal que buscaba premios a cambio de bajas.
El exmiembro del Ejército fue acogido por el tribunal en 2017, en calidad de compareciente y en el marco de las investigaciones por los falsos positivos. Mejía, siendo comandante del Batallón de Artillería N° 2 La Popa (BAPOP), en 2002 y 2005, participó en los asesinatos de 75 personas en Cesar y La Guajira, que fueron presentadas como guerrilleros muertos en combate.
Como parte de este nuevo proceso, y debido a su participación en las audiencias de verdad, la JEP le había concedido a Mejía la libertad transitoria, condicionada y anticipada, mientras siquiera cooperando con las investigaciones y cumpliera unos requisitos.
La decisión de ordenar su captura “fue tomada luego de comprobar que las expresiones utilizadas por el compareciente, en redes sociales, violaron el compromiso de garantías de no repetición. Como consecuencia de la decisión, deberá ser enviado a lugar de reclusión en donde deberá cumplir la condena impuesta por concierto para delinquir agravado”, informó la JEP.
