La emergencia provocada por el incendio en Riosucio (Chocó) el fin de semana pasado, que cobró la vida de dos personas y dejó 70 casas consumidas por el fuego, desnudó una realidad que se asoma cada que las llamas pasan dejando rastros de tragedia y ceniza.
En Colombia, según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), hay 1.103 municipios, de los cuales 329, equivalentes al 29,82 % del país, no cuentan con un cuerpo de bomberos que permita atender emergencias, de acuerdo con un censo de la Dirección Nacional de Bomberos (DNB), conocido por EL COLOMBIANO tras la emergencia en Chocó.
Compleja realidad
El director de la Dirección Nacional de Bomberos (DNB), capitán Charles Benavides Castillo, señaló que este es el reflejo de que en el país no se cumpla lo que manda la ley, pues cita la Ley 1575 de 2012, la cual ordena a las alcaldías la creación y financiación de cuerpos de bomberos, como estrategia para mitigar y enfrentar las emergencias que se puedan registrar.
“Es obligación de los mandatarios locales garantizar este servicio público”, aseguró Benavides Castillo, agregando que los cuerpos de bomberos, son necesarios “porque en todos los municipios hay riesgos de incendios, rescates y atención a materiales peligrosos”.
Sin embargo, esta realidad no es nueva. La Directiva 005 de la Procuraduría General de la Nación, publicada el 27 de febrero pasado, solicitó que se hiciera una gestión integral frente al riesgo, la atención de incendios y emergencias en todas sus modalidades.
En esta directiva se puede leer que exhorta a las autoridades locales para que “garanticen la prestación del servicio público esencial de atención del riesgo contra incendios, de rescates e incidentes con materiales peligrosos...”.
En regiones
En Cundinamarca, por ejemplo, de los 116 municipios que hay, 37 no tienen bomberos y solo operan con personas voluntarias cuando la emergencia aparece. Entre los que no tienen están Paime, Villagómez, El Peñón, Topaipí, San Cayetano, entre otros.
Anyi González, jefa de prensa de Paime, explica que cuando hay un incendio se genera la alerta a Pacho, que brinda atención a los municipios sin este organismo en la región de Rionegro en ese departamento.
“Generalmente, mientras llegan desde Pacho, la comunidad y personal de la administración llevan las herramientas, como agua o mangueras, para atender la situación”, explica González.
Asimismo, señala que la situación debe ser encarada de esta manera, dado que Pacho está a una distancia de al menos 46 kilómetros de distancia y recorrerla tarda entre dos y tres horas. “Cuando llegan desde Pacho, la emergencia ya está resuelta”.
Dando una mirada en Antioquia, en total son 10 los municipios con esta deficiencia, según la DNB. Uno de ellos es San Pedro de Urabá, de al menos 30.000 habitantes, donde las emergencias también son atendidas por comunidad y funcionarios.
El ingeniero Fabián López, secretario de Obras de San Pedro y encargado de gestión del riesgo, le relata a este diario que no se cuenta con un cuerpo de bomberos por dificultades presupuestales principalmente.
“Cuando sucede una emergencia tenemos que ir con bombas manuales, de esas que se usan para fumigar los campos, porque no tenemos ninguna máquina que nos ayude”, agrega el funcionario, quien explica que cuando se ven desbordados en sus mínimas capacidades de atención, deben acudir a Turbo para recibir apoyo, pero tardan hasta tres horas en llegar.
Finalmente, el capitán y director de la DNB, explica que, pare tener un cuerpo de bomberos, además del presupuesto, se debe contar con una sede, personal calificado y las herramientas necesarias.
En aras de fortalecer su presencia en las regiones, el funcionario manifestó que avanzan en la estructuración de un plan estratégico a 2030, con el objetivo de llegar al mayor número de población con el fin de conocer su problema en el aspecto bomberil.
“En esos municipios donde los alcaldes no han podido crear los bomberos, vamos a tener un acompañamiento especial”, aseguró.