La educación que se da durante la primera infancia es el primer cimiento para que en un futuro pueda haber una sociedad mejor.
Medellín y Antioquia están bien en cobertura, incluso, sobran cupos, pero el reto aún está en la calidad de los procesos educativos. Colombia ya cuenta con el Plan Nacional Decenal de Educación 2016-2026, el cual pretende elevar la excelencia docente, fomentar la investigación, avanzar en el uso de la tecnología, fortalecer el bilingüismo, formar en cultura ciudadana y consolidar la educación en el campo, entre otras metas.
Dos directivas de colegio y un docente investigador universitario hablan sobre los desafíos actuales de la educación escolar. Se destaca la formación en competencias y habilidades para la vida, el buen uso de la tecnología, el fortalecimiento del bilingüismo y el llamado a una educación que facilite la adaptabilidad a un mundo en permanente cambio.
“Educar en un contexto cambiante, implica formar en los modos del pensar para que los educandos desarrollen: flexibilidad, adaptabilidad, pensamiento crítico y capacidad de identificar y resolver problemas. Un segundo punto es desarrollar la competencia de “aprender a aprender” que implica formación en la responsabilidad, la autorregulación y el uso efectivo de la tecnología. Otro aspecto es formar en maneras efectivas de trabajo, desarrollando la capacidad de comunicación, el trabajo en equipo y la colaboratividad. Y el reto más importante es la formación en la visión de vida que implica la consolidación de los valores fundamentales, el desarrollo de la empatía y la bondad, acompañadas de un fuerte sentido de responsabilidad social. Es la formación de personas con actitudes profundas de cuidado de sí mismas, del otro y de lo otro, por tanto, comprometidas con la sostenibilidad. La esencia de la educación es la formación humana y en ella se contextualizan y significan los diferentes contenidos para cumplir su misión de transformar. Con este fin, se deben cambiar esquemas y metodologías. Es necesario enriquecer el corazón para dar contexto a la razón y a la acción”.
“Hay que hacer una transformación curricular en la que se articulen todas las áreas para que el conocimiento sea integral y en la que se consideren los contextos sociales para que la educación escolar tenga mayor alcance. Se necesita más formación en lectura crítica, argumentación, capacidad propositiva, creatividad, innovación y competencias ciudadanas para estimular la participación de la gente en un sistema democrático y en la generación de riqueza. Hay que humanizar el proceso educativo para formar personas con principios y valores que ayuden a que haya una sana convivencia, fortalecer el bilingüismo para la conexión con un mundo globalizado, utilizar la tecnología con una postura consciente y crítica, tener profesores bien formados e invertir bien los recursos de la educación para que las escuelas presten una atención integral con una buena alimentación y aulas de óptima calidad, además, los colegios deben potenciar la articulación con otras instituciones y eventos de ciudad para incentivar experiencias de aprendizaje significativas”
“Es preciso dejar de centrar los currículos en contenidos para trabajar más en competencias y habilidades para la vida. Nos hemos preocupado por privilegiar más la memoria y las ciencias duras, pero hoy cobra más importancia formar en la voluntad, la afectividad, las habilidades socio-emocionales y la resiliencia para permitir mayor adaptabilidad a un mundo cambiante, en el que aún no se han inventado muchos de los trabajos en los que varios de nuestros alumnos van a desempeñarse. Solo así brindaremos una verdadera formación integral donde nuestros alumnos aprendan a desarrollar su autonomía, a tomar sus propias decisiones, a identificar sus intereses, enseñarles a que sean éticos y responsables con sus actuaciones y capaces de convivir de manera empática y con respeto por los demás. Esto implica que la educación debe tener en cuenta las características y expectativas de las nuevas generaciones (millennials, centennials y alfa), ya que cada una de estas tiene su propia forma de ver e interactuar con el mundo. Por esto es necesario escucharlos, orientarlos y brindarles espacios donde ellos sean protagonistas de su propio proceso de aprendizaje”