Un crimen estremeció esta semana a los ciudadanos de Cartago, Valle del Cauca, después de que las autoridades encontraran los cuerpos sin vida de dos jóvenes que estaban siendo buscados por sus familias desde hace dos meses.
Los cadáveres fueron descuartizados y arrojados en bolsas plásticas a una laguna, ubicada a las afueras de la ciudad, en la vía que conduce al Batallón Vencedores, cerca al colegio Indalecio Penilla.
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Las víctimas son Daniela Santiago y Nicolás Aristizábal, de 17 y 18 años edad, quienes fueron vistos por última vez el pasado 3 de julio en horas de la noche después de que le dijeran a sus familias que irían a una fiesta dentro de una chiva rumbera en la ciudad de la que no regresaron.
Al día siguiente, sus padres preocupados intentaron comunicarse con los dos jóvenes, pero fue imposible. Sus celulares se iban a buzón de voz y ninguno de sus amigos tenía información sobre su paradero.
Situación que los llevó a denunciar su desaparición ante las autoridades e iniciar un proceso de búsqueda por su cuenta, hasta que esta semana recibieron la noticia sobre el hallazgo de unos restos humanos a las afueras de la ciudad por parte de la Policía de Cartago y miembros de la Fiscalía.
Le pidieron entonces a los padres de los dos jóvenes practicarse una prueba de ADN para compararlo con los cuerpos encontrados. Resultados que no solo dieron positivo, sino que permitieron establecer que no se trata solo de dos cuerpos sino de tres. Por lo que entre los restos estaban los hijos de la familia Santiago y Aristizábal, quienes habrían sido desmembrados y arrojados a esa laguna, junto a otra persona más, de quien hasta al momento no se ha podido establecer su identidad, dado que solo fueron abandonadas una parte de sus extremidades.
Víctor Álvarez, alcalde de Cartago, confirmó que los restos de los jóvenes, además de haber sido encontrados en cerca al batallón y a una institución educativa, estaban muy cerca de un predio privado que hay en la zona y que dos de las terceras partes de los restos humanos, de acuerdo con los dictámenes forenses, pertenecen a Daniela y Nicolás, este último que cumplió sus 18 años mientras se encontraba desaparecido.
Sobre el crimen de los dos menores, sus familias también se han pronunciado en las últimas horas pidiendo a la Policía de Cartago dar con los responsables del asesinato de sus hijos, además de señalar que la celeridad en las prácticas de las pruebas de ADN y el hallazgo de los cuerpos fue posible, gracias a las presiones de ellos como familiares, quienes solicitaron refuerzos de miembros de la Fiscalía en Bogotá para que agilizaran los procesos de investigación, hasta dar con su paradero.
Pero este no sería el único caso de desaparición registrado en los últimos meses en la Cartago. Una joven de 16 años desapareció el mismo día que Daniela y Nicolás, sobre las 5:00 de la tarde, cuando iba rumbo a visitar unas amigas. Caso sobre del que no se tiene mayor información hasta el momento.
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La última vez que la vieron se habría subido a la moto de un joven más o menos de su misma edad. La que después fue hallada en una zanja, en inmediaciones al barrio El Guayabal, de la comuna 7.
Por esos mismos días, señalan algunos medios de comunicación locales, se habría reportado la desaparición de otro joven, en límites con la ciudad de Pereira, capital del departamento de Risaralda.