En riesgo estuvieron los miembros de una comunidad indígena y campesina en zona rural del municipio de Tumaco, Nariño tras la instalación de cuatro medios de lanzamiento y cuatro artefactos explosivos por parte de los criminales de la Segunda Marquetalia. La acción terrorista, sin embargo, fue frustrada gracias a la oportuna reacción de las Fuerzas Militares.
De acuerdo con las autoridades, los mortales elementos estaban ubicados en la vereda El Playón, a pocos metros de viviendas de campesinos y de un resguardo indígena, cuya principal actividad económica es la pesca y el cultivo de cacao. “Esta acción terrorista es una violación flagrante al Derecho Internacional Humanitario, donde se pone en riesgo la vida y la tranquilidad de los pobladores de la costa Pacífica”, informó el Ejército.
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Los responsables de la instalación de los artefactos fueron miembros del frente Oliver Sinisterra de la Coordinadora Guerrillera del Pacífico, quienes dejaron la detonación de los explosivos al azar, generando zozobra y terror en los habitantes del municipio de Tumaco.
Pero además, con este accionar criminal restringen la realización de actividades diarias y cotidianas de los pobladores, obligándolos a permanecer en sus viviendas.
Una vez los militares recibieron la denuncia, llegaron al lugar, acordonaron la zona y con el apoyo de los técnicos antiexplosivos llevaron a cabo la neutralización de los elementos, que de haber sido manipulados o activados habrían causado graves afectaciones.
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Esta, sin embargo, no fue la única acción terrorista frustrada en las últimas horas. De acuerdo con las Fuerzas Militares, en la vereda El Mango de Piendamó, departamento de Cauca, un grupo de soldados destruyó controladamente un artefacto tipo cilindro que había sido ubicado dentro de una alcantarilla por integrantes de las disidencias del frente Jaime Martínez.
Según los expertos, el aparato iba a ser accionado a través de un sistema de activación por cable para atentar contra la Fuerza Pública y las comunidades aledañas.
En vista de lo anterior, se ordenó reforzar los dispositivos de seguridad sobre la vía Panamericana de forma terrestre y aérea para impedir cualquier situación que ponga en riesgo el tránsito por el corredor internacional.