En los últimos dos años, la población de Ituango (Norte de Antioquia) ha tenido que soportar a las disidencias del extinto frente 18 de las Farc. Algunos de los hombres y mujeres que conformaban sus filas han ido reclutando a nuevos “guerrilleros”.
Los excombatientes y los pobladores han denunciado ante el Gobierno y en medios de comunicación cómo aumentó la violencia meses después de la firma del Acuerdo de Paz. A ello hay que sumarle la reciente incursión del Clan del Golfo que, según la organización Proceso Social de Garantías para la Labor de las y los Defensores de Derechos Humanos de Antioquia, está llegando con cerca de mil hombres de Urabá, Bajo Cauca, sur de Córdoba y Chocó.
En una carta que enviaron al defensor del Pueblo, Carlos Alfonso Negret, las organizaciones sociales y defensoras de derechos humanos denunciaron que el Clan del Golfo lleva a cabo la “Operación mil”, con el que pretende hacerse con el control del municipio. Muestra de ello, relatan, es la masacre ocurrida la semana pasada en Quebrada del Medio, donde fueron asesinados dos menores de edad, familiares de excombatientes de las Farc, y el conductor de una chiva; y el secuestro, tortura y asesinato de Alberto Elías Mora Uribe ocurrido el viernes 12 de junio en la vereda Buenavista.
De hecho, según el consejero presidencial para la Estabilización y la Consolidación, Emilio Archila, “los organismos de inteligencia de Policía y Ejército coincidieron en determinar el interés criminal del Clan del Golfo y de los grupos residuales de presionar a través de distintos mecanismos el retiro de la fuerza pública que custodia del antiguo ETCR de Santa Lucía, ubicado en corredores de tráfico de armas y drogas ilícitas”.
Información que coincide también con al menos tres alertas tempranas emitidas por la Defensoría del Pueblo en 2017, 2018 y 2020.
Por ejemplo en la AT 004 de 2020, la Defensoría advierte acerca del “fortalecimiento militar en general de estas estructuras armadas ilegales como consecuencia de un fuerte fortalecimiento económico originado en dinámicas trasnacionales asociadas al narcotráfico internacional”.
Y agrega que “las autodenominadas Autodefensas Gaitanistas de Colombia (o Clan del Golfo) han avanzado en su proceso expansivo hasta conformar un corredor que les permite la comunicación y movilidad desde el municipio de Tarazá en la subregión del Bajo Cauca hasta el municipio de Peque en el occidente de Antioquia, buscando afectar así la capacidad de actuación que el Frente 18 pudiese lograr al fortalecer su presencia desde el Nudo de Paramillo en el sur de Córdoba hacia el corregimiento de Santa Rita”.