Phanor Arizabaleta Arzayús, el considerado quinto hombre en importancia en el desaparecido Cartel de Cali, fue dejado en libertad condicional por un juez de Ibagué, en el departamento del Tolima.
Voceros del Inpec afirmaron que Arizabaleta Arzayús salió de la cárcel de Picaleña, donde cumplía una pena de 20 años por secuestro, por orden del Juzgado Segundo de Ejecución de Penas de la capital tolimense.
Aunque apenas trascendió la salida de prisión de Phanor Arizabaleta, la boleta de excarcelación se hizo efectiva el pasado 23 de marzo, dio a conocer el Inpec.
En marzo de 2012, Phanor Arizabaleta llegó a Colombia tras ser deportado por las autoridades norteamericanas, donde solo estuvo ocho meses detenido.
En este caso, la Corte de Columbia condenó a Arizabaleta a cuatro años, pero por una negociación con la Fiscalía solamente cumplió ocho meses en ese país y el año que estuvo preso en Colombia, luego de su detención en Cali, en septiembre del 2010.
Los cargos en Estados Unidos contra Arizabaleta y su sobrino José Fernando (detenido un día después), eran por enviar cocaína a Estados Unidos, según ese Gobierno, desde 1996. Estas personas presuntamente trabajaban con una organización que delinquía en Guatemala, El Salvador y México.
Una historia de recapturas
Arizabaleta se entregó a las autoridades en julio de 1995 y el Juez 1 de Cali lo condenó a 28 años de cárcel por el delito de secuestro. Ese mismo juzgado lo condenó años después por narcotráfico.
Debido a una enfermedad del corazón, le otorgaron el beneficio de la casa por cárcel, pero en abril del 2003 la Policía lo sorprendió en una camioneta en el corregimiento de Villa Gorgona, en Candelaria.
Luego de permanecer varios días en una clínica por su afección, le volvieron a otorgar el beneficio y tres meses después, las autoridades lo sorprendieron de nuevo violando la casa por cárcel, por lo que fue llevado a la Cárcel de Máxima Seguridad de Palmira.
Posteriormente, según los archivos judiciales, recobró su libertad ya que el 4 de mayo de 2004 un juez de ejecución de penas le suspendió la condena por enfermedad, ya que le habían realizado una cirugía de corazón abierto y varios cateterismos. “El fallo del juez se basó en un dictamen de un médico de Medicina Legal de Bogotá, en el que se decía que este hombre no podía estar en prisión”, reveló una fuente judicial.
Por casi seis años, el nombre del ex capo no volvió a ser mencionado hasta que en septiembre del 2010 la Dijín de la Policía lo capturó por una solicitud de extradición de una Corte de Columbia. La investigación contra Phanor y su sobrino José Fernando era adelantada por la DEA en Estados Unidos.