El escándalo que empezó con una denuncia de parte de Marelbys Meza, exniñera de Laura Sarabia, sobre una prueba irregular de polígrafo a la que fue sometida, y el más reciente hallazgo de la Fiscalía, sobre unas chuzadas telefónicas contra ella, y otra de las mujeres que le servía a la entonces jefa de gabinete del presidente Gustavo Petro, podría tomar rivetes históricos.
Este domingo 4 de junio, en horas de la noche, la revista Semana publicó unos audios en los que Armando Bendetti hace declaraciones fuertes y contundentes. Le reclama a Sarabia un puesto político que, al parecer, no le habrían querido dar, pero además, un rosario de amenazas e insultos contra ella y el actual presidente.
Después de haber dirigido la contienda electoral del actual jefe de Estado, Benedetti no tiene reparos en revelar la manera cómo se financió una parte de la campaña de Petro, que podría equipararse a un segundo proceso 8.000 en Colombia, por el que fue procesado el expresidente Ernesto Samper en 1995, por acusaciones de recibir dineros del Cartel de Cali para su campaña a la presidencia.
“En el momento en que yo diga quién dio la plata aquí en la Costa, yo sé que es esa monda, tú que no sabes un culo de historia, lee cómo empezó el hijueputa (proceso) 8.000 y por qué empezó, ahí está la clave de todo lo que te va a pasar, y si tú crees que es un chantaje, cree que es un chantaje”, le dice Benedetti a Sarabia, amenazando con revelar de dónde salieron cerca de $15.000 millones que consiguió en esa zona del país, de cara a la contienda del 19 de junio de 2022, en la que Petro alcanzó la presidencia.
¿Nuevo “Proceso 8.000”?
En 1994, el entonces presidente de Colombia, Ernesto Samper, fue acusado de haber recibido al menos 3,7 millones de dólares de parte del Cartel de Cali para financiar su campaña presidencial. Una historia que podría llegar a repetirse una vez más, si las insinuaciones que realiza Benedetti en aquellos audios, sobre el presunto ingreso de dineros irregulares a la campaña, provenientes de las gestiones que él realizó en la Costa, buscando apoyos a la candidatura presidencial de Petro, se llegasen a comprobar.
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La prueba reina en el caso de Samper fueron unos casetes hechos público por Andrés Pastrana, su rival político. En ellos se escuchaba al periodista Alberto Giraldo conversando con Miguel y Gilberto Rodríguez Orejuela, capos del Cartel de Cali, mientras reconocían haber entregado dinero a su campaña presidencial. El contenido de los “narcocasetes” –como se llamó en aquella época la filtración–, se puede comparar con los acalorados audios del exembajador Benedetti, que finalmente terminaron en manos de los medios del país.
El contenido de dichos “casetes” generó un gran escándalo nacional e internacional, dado que en ese momento el país recién se había sumado a un proceso de cooperación transnacional en la lucha contra las drogas, situación que marcó el inicio de lo que aún se conoce como “narcodemocracia”, y que por esos días infiltró el poder económico y político del país.
Solo hasta 1995, un año después al escándalo político, la Cámara de Representantes inició el proceso de indagación contra Samper, a través de la Comisión de Investigación y Acusación de la Cámara de Representantes, la Fiscalía General de la Nación y la Corte Suprema de Justicia, ya que el entonces presidente de la República habría violado las leyes electorales después de que ingresaran dineros provenientes del narcotráfico a su campaña, y sobrepasara los topes económicos permitidos para financiar su llegada a la presidencia.
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Al final, y tras intensos debates en la Cámara, Ernesto Samper consiguió que su caso fuera cerrado. Con 11 votos a favor, y 43 en contra, se ordenó la preclusión, es decir, se solicitó que su caso fuera archivado y dejara de ser investigado por el Senado o la Corte Suprema de Justicia ante la falta de pruebas. Un veredicto que hasta hoy causa resquemor, pues algunos consideran que hubo irregularidades en la manera cómo se llevó a cabo el proceso en su contra.
Es así que de resultar ciertas las declaraciones de Benedetti, y con ellas sus amenazas de revelar el nombre o los nombres de quienes donaron el dinero a la campaña en la Costa, la justicia colombiana tendría elementos para iniciar una investigación en contra el actual presidente Gustavo Petro, su exjefe de gabinete Laura Sarabia, el mismo Armando Benedetti –a los que ya Fiscalía y la Procuraduría se encuentra indagando–, y de quienes también encuentre implicados.
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¿A quién más ha buscado salpicar Bendetti?
Armando Benedetti entre sus reclamos y amenazas también se refirió al exministro del Interior, Alfonso Prada, de quien dijo “se robó todo el ministerio con la mujer, el señor Roy, (...) todo hijueptuta, todo (...)” aseguró Benedetti en los audios, en los también mencionó a Roy Barreras, quien aún no se pronuncia al respecto.
Por estas acusaciones deberá de responder, ya que Prada anunció a través de su cuenta de Twitter que interpuso una demanda al exembajador ante la Fiscalía, afirmación que estuvo acompañada del documento radicado ante el ente de control.
“Hemos denunciado ante la @FiscaliaCol las afirmaciones calumniosas de Armando Benedetti, y le solicitamos abrir investigación en su contra por las falsas imputaciones”, dijo el exministro.
