La vicepresidenta Francia Márquez es protagonista de otra polémica que sacude al gobierno de Gustavo Petro. En tono provocador, la funcionaria respondió a quienes la han cuestionado por el uso frecuente de un helicóptero oficial para desplazarse a su casa en el corregimiento de Dapa, ubicado en el municio de Yumbo (Valle del Cauca).
“Pues de malas, y lo siento”, sostuvo la Vicepresidenta en entrevista con Semana al ser cuestionada por el uso constante de la aeronave tras asistir a eventos públicos.
“Si fuera blanca y de élite, no estuvieran haciendo escándalo porque es normal. Es normal que a una persona de élite, que nació en cuna de oro, la transporten en esos equipamientos y esas aeronaves, pero no es normal que una mujer que trabajó en una casa de familia y que ahora es la vicepresidenta de Colombia se transporte en eso”, agregó Francia Márquez.
A diferencia de otros exvicepresidentes, Márquez se negó a radicarse en Bogotá y, por ende, ha sido necesario que, durante sus más de 7 meses de mandato, las autoridades hagan uso de aeronaves del Estado para trasladarla a su vivienda.
Se trata de una situación que no padecieron anteriores vicepresidentes, como Marta Lucía Ramírez, Germán Vargas Lleras o Francisco Santos, dada su ascendencia capitaliana.
Sin embargo, otra fue la situación de Gustavo Bell, coequipero del entonces presidente Andrés Pastrana (1998-2002) y quien residía en Barranquilla (Atlántico) cuando asumió como Vicepresidente. Ante las dificultades que suponía su desplazamiento, resolvió radicarse en Bogotá.
En su defensa, la vicepresidenta reivindicó venir “de abajo” y resaltó su origen humilde, desafiando a que la denuncien quienes consideren que está haciendo algo ilegal.
“Después de haber vivido un atentado frustrado en la vía que conduce a mi casa, donde me ponen ocho kilos de explosivos, pues no me voy a dar el lujo de facilitarles las condiciones para que me maten más rápido. No voy a hacer eso. Y pueden llorar, pueden gritar, pueden hacer todo lo que quieran. Me pueden ir a demandar, si quieren, y que sea un juez que defina si estoy haciendo algo ilegal o estoy haciendo lo correcto”, agregó Márquez.
Pese a ello, desde la oposición arreciaron en los cuestionamientos. La senadora María Fernanda Cabal (Centro Democrático) criticó “la vida sabrosa” de la funcionaria, mientras que el representante Hernán Cadavid declaró que es deber de los servidores del Estado dar cuentas, “así a usted le moleste y su arrogancia la acompañe, la respuesta no es decir ‘de malas’. Voy a requerir cada uno de sus gastos. ‘De malas’ usted que tendrá que darme respuesta”, dijo.
Inclusive, desde Cambio Radical (partido recientemente declarado en oposición), pidieron respeto por los colombianos, pues aunque reconocieron las condiciones de seguridad de Márquez, reclamaron “que ‘de malas’ o ‘pueden llorar’ no es la respuesta adecuada para responder a quienes cuestionan los altos gastos”.