La Corte Suprema de Justicia le concedió la libertad condicional al exgobernador de Antioquia, Luis Alfredo Ramos, condenado por concierto para delinquir. La decisión del alto tribunal se basó en buen comportamiento durante el tiempo en que estuvo privado de la libertad.
El exgobernador pagaba una condena de 7 años y 11 meses de prisión luego de que se lograra comprobar sus nexos con miembros de las Autodefensas Unidas de Colombia “no sólo para promover su existencia, sino para aprovecharse de los apoyos que en diverso sentido le servían a sus aspiraciones electorales al Senado de la República y a la Gobernación de Antioquia”, señaló la Corte.
Por esos hechos, al político le imputaron el delito de concierto para delinquir con la finalidad de promover grupos armados ilegales o ‘parapolítica’.
El fallo que le otorga la libertad también indica que la medida será “previo pago de la caución prendaria y la suscripción del acta de compromiso, por un periodo de prueba equivalente al tiempo que resta para el cumplimiento de la pena, lo que deberá verificar la autoridad judicial que vigila el cumplimiento de la pena”.
Es decir que, solo luego de cumplir con dichos requisitos ante el Juzgado Primero de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad de Antioquia, se emitirá la boleta de libertad al Inpec y al Complejo Penitenciario y Carcelario de Bello (Antioquia), donde actualmente se encuentra recluido. Así mismo, la Corte pide revisar que no exista otro pedido por parte de otra autoridad.
En diciembre del año pasado, la Corte le había negado la libertad condicional a Ramos por no cumplir con el requisito “objetivo del artículo 64 de la Ley 599 de 2000, modificado por la Ley 890 de 2004”.
Esos requisitos consisten en que el sentenciado haya “descontado mínimo las 3/5 partes de la pena impuesta, que haya reparado a la víctima, que acredite el arraigo familiar y social, y que de la buena conducta durante en cautiverio se colija que no es necesario proseguir el tratamiento penitenciario”.
Para el 24 de enero de 2024, Ramos Botero completaba 57 meses y ocho días privado de la libertad, por redención se le habían reconocido cinco meses y 19.5 días, de manera que en total llevaba total de 62 meses y 27.5 días, así que ya había superado las tres quintas partes de la condena de 95 meses que le impuso el alto tribunal.