Hay una cuenta en el Estado colombiano que se llama Fondo Colombia en Paz y por allí, desde las épocas del presidente Juan Manuel Santos, quien lo creó para invertir los recursos del postconflicto, se han hecho multimillonarios contratos.
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Para 2023, por ejemplo, al Fondo se le destinaron 1,7 billones de pesos, sin duda una buena tajada de recursos que están siendo administrados por Camilo Cetina, el director del fondo.
En las últimas horas, se conoció un contrato que ha despertado polémica porque se le otorgó al esposo de la ministra de minas y energía, Irene Vélez, el holandés Sjoerd Van Grootheest.
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El contrato firmado el 6 de junio de este año, es por 128 millones de pesos, pagaderos en mensualidades de 10,7 millones de pesos.
Grootheest es antropólogo, y se graduó también en Estudios Culturales y de medios. Según informaciones periodísticas, llegó a Cali en 2014, y puso una pequeña productora de videos. Y la ministra, como se sabe, es filósofa de la Universidad Nacional con un doctorado en Geografía Política de la Universidad de Copenhague.
Los dos, en 2018, cuando ella era profesora de la Universidad del Valle, hicieron sendos documentales sobre el fin del conflicto con la guerrilla de las Farc y la firma del Acuerdo de Paz: ‘Voces guerrilleras’ y ‘Bajo fuego’, en los cuales registran la vida y vicisitudes de los cultivadores de hoja de coca.
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Precisamente ese es el tema por el cual el Estado contrata ahora al holandés esposo de la ministra, para que trabaje desde su conocimiento en temas relacionados con los cultivos ilícitos. Específicamente, el documento señala que el contratista deberá “gestionar e implementar la estrategia de comunicación y visibilidad integral, con el fin de difundir de manera oportuna la información de la dirección de sustitución de cultivos de uso ilícito a través del uso estratégico de canales de comunicación internos y externos”.
Las críticas por el contrato no se han hecho esperar. Más allá de las calidades profesionales que pueda tener Grootheest, queda cierto sabor a nepotismo el que se contrate al esposo de la ministra en otra entidad pública.
Desde el punto de vista legal siempre ha existido un debate al respecto. La Constitución dice que “Los servidores públicos no podrán en ejercicio de sus funciones, nombrar, postular, ni contratar con personas con las cuales tengan parentesco hasta el cuarto grado de consanguinidad, segundo de afinidad, primero civil, o con quien estén ligados por matrimonio o unión permanente”
Pero en este caso no es la ministra la que se encarga de nominarlo porque corresponde a otro despacho, el Fondo Colombia en Paz.
Sin embargo, la Ley 80 va un poco más allá y señala que no pueden contratar quienes sean, entre otros, esposos de “servidores públicos de los niveles directivo (...) de la entidad contratante”.
Lo cierto es que la ministra sí declaró, entre sus conflictos de intereses de la declaración de renta, a Grootheest como su compañero sentimental, pero aclaró que los intereses personales de su cónyuge no son susceptibles de generar una posible situación de conflicto de interés frente a la labor o actividad que desempeña.
La pregunta es: ¿Hasta qué punto la ministra de Minas, en su calidad de miembro del gabinete del presidente Gustavo Petro y como parte del Consejo de Ministros, puede tener incidencia sobre los contratos del Fondo Colombia en Paz?
De todas maneras, sea legal o ilegal, deja un mal sabor de nepotismo este contrato. El director del Fondo Colombia en Paz, Camilo Cetina, tiene un Máster en Economía de la Universidad de Copenhague y es Profesional en Gobierno y Relaciones Internacionales de la Universidad Externado de Colombia.
En su momento, explicó que los 1,7 billones de pesos de presupuesto del 2023 los destinará para la implementación del Acuerdo de Paz del 2016, y particularmente en temas de sustitución de cultivos ilícitos, infraestructura para las comunidades y el desarrollo del Catastro Multipropósito.
La respuesta de la ministra Irene Vélez
Ante la situación, la misma Ministra de Minas y Energía, Irene Vélez, respondió ante los señalamientos hacia su esposo por medio de unos comentarios en su red social de Twitter.
Allí, la ministra aclaró que no hay ninguna irregularidad, ilegalidad o conflicto de intereses en los negocios que realiza su esposo.
“Debo aclarar que no hay ninguna irregularidad, ilegalidad o conflicto de intereses en cuanto al proceso contractual y actividades que adelanta mi esposo”, escribió la ministra Vélez.
Dentro de la publicación, la ministra hizo énfasis en que en el documento de ‘declaración de bienes y conflictos de interés’, hubo un error de digitación. También ahí afirmó que ese mismo error ya fue corregido.
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Para finalizar, la ministra Vélez sostuvo que no es la primera vez que su esposo hace negocios de este tipo y que no hay ninguna relación en sus actividades y sus funciones en el área pública.
“Las actividades que ejerce mi esposo no son nuevas, las ejecuta desde hace años y su trabajo es reconocido. No hay ninguna relación entre sus actividades y mis funciones. Como cualquier familia en Colombia, trabajamos por la sostenibilidad de nuestros hijos y los gastos del hogar”, concluyó la ministra Irene.
