El funcionario explicó que la prioridad del Gobierno Nacional es brindar una atención adecuada a los desplazados víctimas del conflicto. De hecho, este miércoles la defensora del Pueblo, Iris Marín, confirmó que desde el inicio de la crisis el pasado jueves al menos 36.000 personas se han visto obligadas a dejar sus hogares: casi la capacidad total del estadio Atanasio Girardot (con capacidad para 46.000).
Frente a ello, Cristo aseguró que lo hecho por el Ejército de Liberación Nacional (ELN) tras sus combates con disidencias de las Farc “es inexcusable, lo que hicieron es imperdonable. Fue una masacre de la población civil. Una barbaridad que todos los colombianos nos tenemos que unir para rechazar”.
El propósito del ELN con escalada terrorista
De acuerdo con el ministro, el plan de la guerrilla “era apoderarse de la frontera colombo-venezolana en la zona del Catatumbo por razones estratégicas” y para apropiarse de las ventas criminales. Por ello, aseguró que la declaratoria de conmoción interior busca atajar tres frentes, el primero de ellos garantizar la seguridad militar y el orden público.
“Se van a tomar distintas medidas para fortalecer la presencia militar, policial, de seguridad y las actividades de inteligencia de la Fuerza Aérea Colombiana en la zona del Catatumbo para pasar a la ofensiva”, explicó Cristo.
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Por otro lado, el decreto le apostará a atender el tema humanitario de manera “inmediata”, con miras a “garantizar la asistencia a cada familia, a cada desplazado del Catatumbo. No hay derecho a lo que han hecho con la población civil del Catatumbo”.
Finalmente, dada la histórica presencia de grupos como el ELN, las disidencias, Los Pelusos o los paramilitares, Cristo manifestó que se brindarán garantías de inversión social e infraestructura: “en el último año y medio se ha venido construyendo con las comunidades, con las organizaciones sociales, con los alcaldes y el gobernador lo que se ha llamado el Pacto por la Transformación Social del Catatumbo, que no es otra cosa que pagar la deuda histórica que tiene el Estado colombiano con esta zona del Norte de Santander”.
Según Cristo, el propósito del decreto de conmoción interior es recuperar la normalidad en el Catatumbo, advirtiendo que lo ocurrido desde el pasado jueves “fue una operación premeditada, con sevicia y organizada con mucho tiempo con comandos trasladados desde Arauca al Catatumbo”.
El ministro alegó que, previo a reanudar la mesa de diálogo con esa guerrilla, el ELN engañó al Gobierno, “porque estábamos a pocos días de nuevamente sentarnos en una mesa de negociación supuestamente a mirar cómo se continuaba avanzando en la búsqueda de la paz”. Por ello, insistió en que los subversivos “botaron a la caneca de la basura su última oportunidad de construir paz y ahora nos corresponde como Estado y como sociedad enfrentar a estos criminales”.
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“Al ELN lo dejó ya el tren de la historia en una negociación política. Nos queda enfrentarlos y proteger a la población civil y para ello es absolutamente necesaria la conmoción interior y estas medidas extraordinarias que se están tomando. Es además un ejercicio de soberanía, de garantía de seguridad nacional, porque lo que el ELN pretende es controlar la zona de frontera del Catatumbo y el Estado no se lo va a permitir”, agregó.
El ministro le ratificó a la ciudadanía “que no los vamos a dejar solos” y que se están articulando todas las labores del Estado para atender la crisis. En esa línea, elevó un llamado a sectores políticos para dejar de lado las diferencias y unirse alrededor del Catatumbo para “enfrentar a los criminales que quieren seguirle haciendo daño a su población”.
“Estoy seguro de que todas las fuerzas políticas en Colombia, más allá de cualquier consideración política frente a la coyuntura del Gobierno, van a entender que este camino de la conmoción, de las medidas extraordinarias, es el que hay que tomar y es el que está esperando la gente del Catatumbo: una respuesta eficaz, rápida y contundente por parte del Estado colombiano”, precisó.
Además, dijo que el objetivo es trabajar para que los alcaldes que no han podido despachar desde sus municipios de origen puedan restablecer funciones. “Una de las tareas de nuestras Fuerzas Militares y de Policía va a ser garantizar la seguridad de los alcaldes para que puedan cumplir sus tareas”.
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