En Cámara hay incertidumbre por quién deberá ocupar esa plaza, teniendo en cuenta un fallo del Consejo de Estado que ratificó que deben ser ocupadas por minorías.
Si bien por estos días la atención política en el Congreso está centrada en la elección del nuevo presidente de la Cámara –por cuenta de la disputa de los verdes entre sectores independientes y petristas–, de manera silenciosa se libra otra puja.
Lo anterior, por cuenta de un fallo de marzo pasado emitido por el Consejo de Estado en el que anuló las elecciones de los actuales primeros vicepresidentes del Senado y la Cámara, María José Pizarro y Fernando Niño, respectivamente. ¿La razón? Se desconoció el artículo 40 de la Ley Quinta de 1992 (que regula el funcionamiento del Parlamento), el cual ordena que esa dignidad sea para las minorías y ninguno de los dos lo era, pues Pizarro es del Pacto Histórico y Niño del Partido Conservador.
En el fallo de la Sección Quinta, se indica que en el caso de Pizarro, si bien ella fue avalada por el Movimiento Político Mais, el mismo actúa en bancada al interior del Pacto Histórico, el cual tiene en ejercicio 20 curules y toman decisiones en bancada, por lo que es claro que no son minoría. En cuanto a Niño, se evidenció que pertenece a un partido que tiene más de curules en la Cámara como es el Conservador y no es minoría.
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El fallo en concreto recuerda que el artículo 40 dispone que: “Las minorías tendrán participación en las Primeras Vicepresidencias de las Mesas Directivas de Senado y Cámara, a través del partido o movimiento mayoritario entre las minorías”.
Y como era de esperarse, este fallo tendrá sus repercusiones en la elección de esas dos vicepresidencias el próximo sábado, pero en la Cámara de Representantes es en donde más agitado está el ambiente político entre los partidos que aspiran a ganar ese cargo. Por un lado, está reclamando el derecho a la misma la Circunscripción Transitoria Especial de Paz, Citrep, es decir, los 16 representantes que llegaron en virtud del Acuerdo de Paz.
Todos los 16 fueron elegidos por movimientos ciudadanos diferentes, pero desde julio de 2022, cuando asumieron, están actuando como bancada, lo cual les llevaría a que se les aplique el fallo de marzo dado que las Citrep actúan en bancada. Para ocupar ese cargo sobresale el nombre del representante John Jairo González, quien fue nominado por la Asociación de Desplazados del Municipio de Briceño.
Sin embargo, en virtud del fallo salió a reclamar la primera vicepresidencia la representante Ana Rogelia Monsalve, quien ganó la curul que le corresponde a la circunscripción especial afro. Para Monsalve, “la bancada de la paz, con 16 curules, no puede ser considerada minoría, ya que actúa como una fuerza política mayoritaria”.
Las solicitudes de aclaración, adición y nulidad de esta sentencia fueron negadas, reafirmando esta postura. Aunque el Consejo Nacional Electoral (CNE) considera a las Circunscripciones de Paz como minoría, su concepto es administrativo y carece de la fuerza legal de una sentencia judicial.
Un nombre más que suena para ese cargo es el de la representante Irma Herrera Rodríguez (Mira), quien en caso de que Monsalve no tenga acogida en la plenaria se perfila como una opción debido a que también son minoría.
En el Senado las cosas no están tan agitadas como en la Cámara. Si bien es claro que el fallo indica que la primera vicepresidencia es para una minoría, allí se mantendrían los acuerdos que señalan que esa dignidad le corresponde en este año legislativo al Partido Liberal; sin embargo, no se ha venido hablando que una minoría como el partido Mira podría postular a uno de sus senadores, esto porque el mismo actúa como minoría y además son tres senadores.
Al interior del liberalismo hay dos nombres que suenan para el cargo: el antioqueño John Jairo Roldán y la sucreña Karina Espinosa, pero todo indicaría que el elegido puede ser Roldán.
