NSO Group, la compañía dueña y creadora del software Pegasus, tiene poca información sobre la forma en la que esta herramienta opera. Sin embargo, hay varias pistas. Para empezar, en su página web aclaran a quiénes les venden el programa. “Únicamente a agencias gubernamentales y legales de inteligencia”.
Pegasus no es vendido a compañías privadas ni a gobiernos que no demuestren cumplir con mínimos de seguridad y garantías democráticas. Y, como suele ocurrir con las herramientas o tecnologías que tienen que ver con el uso de fuerzas militares, estos productos pasan por un examen y una autorización de venta por parte del Estado.
Nadie sabe con exactitud la forma en la que opera Pegasus pero no es una máquina y tampoco una herramienta física tangible que pueda trasladarse de un lugar a otro como si se tratara de un mueble. Lo que sí se necesita es un computador con memoria suficientemente grande para correr el programa.
Una fuente que ha trabajado en inteligencia en el Ejército y otras organizaciones desde hace varios gobiernos explicó con base en la experiencia del uso de otras herramientas de espionaje cómo operaría Pegasus, aunque se trata de una aproximación porque solo quienes han estado al frente de las acrividades de inteligencia con el software saben la manera exacta en la que funciona.
“Eso es un software que se instala en una máquina, es decir u computador especial, que tiene que tener la condición de una Ram o memoria exageradamente grande. Es un programa que funciona a partir de un solo número telefónico. Uno mete el número y el programa empieza a operar buscando en las celdas telefónicas. A partir del número se encuentra el Imei del teléfono y una vez localizado se puede tener acceso directo a él. El software puede dar la orden de prender el micrófono, la cámara, el GPS, y de grabar pantalla. La razón por la que la máquina tiene que ser enorme es porque tiene que poder buscar entre las bases de datos de números telefónicos prácticamente por millones y millones que son únicos. Son núcleos, toneladas de memoria Ram, y tarjetas de video”, explicó el experto.
NSO Group ha vendido Pegasus a un listado importante de países pero en pocos se han confirmado las transacciones porque por razones del mundo de inteligencia las ventas suelen ser secretas. Un antecedente relevante ocurrió en México, en donde el software fue vendido al Ejército de ese país y con los años se corroboró que se usó también para espiar a periodistas y políticos, que no eran objetivo de operaciones ofensivas contra terroristas o narcotraficantes.
En Colombia existe supuestamente un documento que señala que hubo una persona interceptada por Pegasus, aunque los detalles de esa historia también son contradictorios. María Fernanda Rangel fue candidata a la Contraloría general y hoy trabaja en la entidad. El Tiempo aseguró que existe un informe en el que su número telefónico aparece relacionado como uno de los interceptados por Pegasus, pero realmente no hay ninguna claridad sobre quién hizo la auditoría y por qué una funcionaria como Rangel habría sido presuntamente espiada.
Otra fuente aseguró a EL COLOMBIANO que Rangel es cercana al abogado Mauricio Pava, a su vez del primer círculo de Laura Sarabia y Presidencia. Al ser consultada sobre la autoría de ese informe y la supuesta inclusión de su nombre y número en el caso Pegasus, Rangel decidió no contestar las preguntas.
En conclusión, hasta ahora no existe evidencia de que el famoso software se haya usado en Colombia pero la compañía sí confirmó a este diario la transacción mientras que el Gobierno Duque lo niega.