La paz total del presidente Gustavo Petro se ha manejado en secreto y bajo el máximo hermetismo político empezando desde su máximo responsable: el alto comisionado para la paz Danilo Rueda, un hombre discreto y sigiloso que se ha encargado de reunirse y pactar acuerdos con los grupos armados ilegales más importantes del país.
Más allá de los comunicados y las entrevistas escasas que ha entregado Rueda a los medios de comunicación, la paz total es todo un enigma en el que la sociedad se pregunta qué se está negociando, con cuáles estructuras armadas y bajo qué modelos de verificación.
Es la primera vez que en 8 meses de gobierno del presidente Gustavo Petro, se conocen dos documentos en los que Rueda y su Oficina describen cómo van los acercamientos con guerrillas y grupos narcoparamilitares, y cómo han invertido sus recursos.
Dichos documentos -conocidos y revisados por EL COLOMBIANO- hacen parte de la defensa que entregó el alto comisionado para defenderse en un debate de control político al que asistió en la Cámara de el pasado martes.
Ceses al fuego sin verificación
Además de admitir que varios de los procesos se hacen en secreto y bajo la supervisión de entidades internacionales, el Gobierno Petro también reconoció que dos de los tres ceses al fuego activos en el país carecen de mecanismos de monitoreo y verificación.
Según ese documento, tanto el cese al fuego con la Segunda Marquetalia como el de las Autodefensas Conquistadores de la Sierra Nevada permanecen activos pero “no cuentan con protocolos de implementación ni con mecanismo de veeduría, monitoreo y verificación”.
Dichas palabras son graves porque, en la práctica, el Ejército puede estar parando sus operaciones ofensivas a cambio de nada, pues no hay verificación de que esas dos estructuras están cumpliendo con su parte que, entre otras cosas, implican dejar de atormentar a la población civil.
Así las cosas, el único cese bilateral que está activo y con protocolos de verificación es el pactado con las disidencias de las Farc conocidas como el Estado Mayor Central, un grupo guerrillero dirigido por Iván Mordisco y que nunca se acogió al Acuerdo de Paz anterior, por lo que conserva intacto su estatus político.
Sin embargo, esa misma guerrilla publicó un comunicado con el que llamaron a todas sus tropas a consultas internas y responsabilizaron al jefe de Estado de una posible ruptura de cese al fuego. Según ellos, las Fuerzas Armadas han cometido varias violaciones y, además, la Fiscalía ha tardado en levantar las órdenes de captura de sus voceros para la mesa de diálogos.
Costos y avances de paz total
Sobre los pagos realizados, la Oficina describió que todas sus transacciones se mueven a través del Departamento Administrativo de la Presidencia y el Fondo Paz. Este último gastó entre enero y abril de 2022 más de 104.000 millones de pesos repartidos a la Oficina del Alto Comisionado y otros gastos de entidades similares.
Solo en contratos de personas naturales, la oficina de Danilo Rueda gastó en ese lapso un total de 9.812 millones de pesos.
La Oficina también reconoció que “la contratación no se realiza mediante Secop II transaccional, sino solo Secop II para publicación, lo cual dificulta el seguimiento a la ejecución de los contratos (...)”, un punto que dificulta la veeduría que hacen los medios de comunicación y otras entidades y organizaciones dedicadas a ese fin.
Rueda también reveló durante el debate de control político que prontamente se instalarán las mesas de diálogos oficiales con siete grupos armados: las disidencias del EMC y la Segunda Marquetalia, el Clan del Golfo, Los Shotas, Los Espartanos, las Autodefensas de la Sierra Nevada y las bandas de Medellín y el Valle de Aburrá.
¿Tambalea la paz con el ELN y disidencias de Iván Mordisco?
Mientras el alto comisionado pasa por la revisión del Congreso, dos de los frentes de la paz total amenazan con tambalear los diálogos de paz: el ELN y las disidencias del Estado Mayor Central.
Con las primeras hubo una “pausa” en las negociaciones tras declaraciones del presidente Petro que sugerían que esa guerrilla solo se movía por el narcotráfico, y con las segundas amenazan con finalizar el cese al fuego bilateral por supuestos incumplimientos de las Fuerzas Armadas con sus acciones militares.
Pese a que el ELN anunció ese cese de actividades el lunes, este miércoles ambas delegaciones publicaron un comunicado con el que dieron por superado el impase y anunciaron la reactivación de las mesas de trabajo entre la guerrilla y el Gobierno, en este ciclo que se adelanta en La habana, Cuba. Las disidencias, por su parte, emitieron un comunicado con el que responsabilizaron directamente al presidente Petro, cómo máximo comandante del Ejército, por un eventual reactivación de operaciones.