Augusto Rodríguez no es solo el director de la Unidad Nacional de Protección (UNP), sino también uno de los hombres más cercanos al presidente Gustavo Petro, a quien ha acompañado por más de 30 años. Fiel escudero del mandatario, ha procurado protegerlo de quienes han intentado afectar su carrera. Por ello, surge una pregunta urgente: ¿por qué ahora teme por su vida?
Así lo dejó entrever en el párrafo final de la carta que publicó el martes, en la que reveló detalles sobre el ingreso de $500.000 millones a la campaña de Gustavo Petro en 2022.
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Consciente de la gravedad de sus declaraciones, Rodríguez se anticipó a cualquier posible represalia al aclarar que goza de buena salud y no tiene intenciones de atentar contra su vida.
La reveladora carta arroja nuevas sombras sobre el entramado político que involucra al catalán Xavier Vendrell y al jefe de Despacho, Armando Benedetti. La insinuación de que su vida podría estar en peligro, acompañada de una advertencia explícita de que no tiene intenciones suicidas, sugiere un clima de creciente tensión dentro del Gobierno.
Rodríguez, en su mensaje, no solo deja entrever una posible conspiración en su contra, sino que además se anticipa a cualquier narrativa que pudiera surgir sobre su estado mental o su seguridad.
“Soy consciente de la seriedad e importancia de lo acá indicado, y que estoy expuesto a todo tipo de componendas, montajes y denuncias, como las que acostumbran estos grupos. Pero también me animo a hacer público que no estoy deprimido, no suelo atentar contra mi propia integridad y disfruto de buena salud”, escribió.
Las últimas líneas de la misiva han provocado múltiples reacciones. En redes sociales sugieren que Rodríguez está advirtiendo que su vida corre peligro y quiere dejar claro que si algo le sucede será provocado por externos.
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“Sí, el cierre del texto de Augusto Rodríguez da para pensar que está en peligro, que podrían “suicidarlo” y luego borrar evidencia para atribuir su muerte a una supuesta depresión”, se lee en un comentario.
El contexto en el que se dan estas afirmaciones es crucial. La mención a “componendas, montajes y denuncias” apunta a la dinámica de pugnas internas y externas que atraviesa el Gobierno de Petro, donde las disputas de poder y los intereses personales han derivado en escándalos que comprometen la estabilidad del Ejecutivo.
Su afirmación de gozar de buena salud y no ser propenso a atentar contra su integridad es un banderín rojo difícil de ignorar, especialmente considerando el antecedente de muertes de personajes involucrados en escándalos o investigaciones.
Por ejemplo, en junio de 2023, el teniente coronel de la Policía Óscar Dávila apareció muerto tras verse implicado en el escándalo de las interceptaciones telefónicas ilegales a Marelbys Meza, exniñera al servicio de la entonces jefa de gabinete Laura Sarabia.
Otro caso muy sonado es el de Jorge Enrique Pizano, testigo clave en el Caso Odebrecht, quien murió en circunstancias sospechosas. Años después, su familia sigue insistiendo en que se trató de un homicidio.
Aunque Augusto Rodríguez no ha detallado el motivo de su aclaración, lo cierto es que la información que reveló puso en evidencia la relación entre Armando Benedetti y Xavier Vendrell, lo que ha despertado sospechas sobre posibles irregularidades y manejos turbios, tanto en la campaña como en el Gobierno.
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