En apenas 5 años, las disidencias de las Farc han ampliado su presencia de 124 municipios a casi 300, lo que representa un incremento del 141%.
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En apenas 5 años, las disidencias de las Farc han ampliado su presencia de 124 municipios a casi 300, lo que representa un incremento del 141%.
El próximo lunes, 24 de junio, se dará el inicio de los diálogos de paz entre el Gobierno colombiano y la Segunda Marquetalia. Este avance se da tras el anuncio oficial realizado el 5 de junio en Caracas, Venezuela, donde ambas partes acordaron los términos para comenzar las negociaciones.
Este grupo armado se consolidó después de la desmovilización de la extinta guerrilla de las Farc. Tres años después de la firma de los Acuerdos de Paz, el 29 de agosto de 2019, alias Iván Márquez y otros excomandantes como Jesús Santrich, declararon que regresarían a las armas, alegando incumplimientos por parte del Gobierno como razón para abandonar el acuerdo de paz firmado en 2016.
Informes de la Fuerza Pública revelan que la mayoría de los líderes de la Segunda Marquetalia operan desde Venezuela, donde se encuentran algunos de los 13 principales cabecillas, pues se han identificado figuras como Iván Márquez, Walter Mendoza, el Zarco Aldinever y Jhon 40.
Según el informe, estos cabecillas aprovechan la falta de persecución en el vecino país para dirigir sus operaciones, las cuales se extienden principalmente por el sur de Colombia, las costas del Pacífico y la frontera con Ecuador. Regiones como Ipiales, Cumbal y los municipios de Túquerres y Tumaco en Nariño son áreas clave debido a la importancia de la frontera suroccidental, que usan como ruta principal para el narcotráfico.
En registros recientes publicados por Indepaz, la Segunda Marquetalia cuenta con 1,751 integrantes, de los cuales 1,162 forman parte del brazo armado y 589 están en redes de apoyo.
Durante el conflicto con este grupo, que ha perdurado durante cinco años y que se ha recrudecido con el tiempo, su fuerza ha variado su presencia en el territorio colombiano, aumentando particularmente sus nexos con bandas delincuenciales que operan en territorios específicos.
Entre 2019 y 2024, según la Defensoría del Pueblo, todos los grupos armados al margen de la ley se han fortalecido. En particular, las disidencias de las Farc han ampliado su presencia de 124 municipios en 2019 a casi 300 en 2024, un incremento del 141%. Se estima que específicamente la Segunda Marquetalia hace presencia en 7 departamentos, 41 municipios y 1,017 veredas, que si bien es un territorio importante, otros grupos armados han crecido mucho más rápido que esta organización.
Este grupo armado cuenta con aproximadamente 15 subestructuras distribuidas principalmente en el suroccidente de Colombia, una de las zonas más críticas por la presencia de múltiples actores, lo que los ha llevado a tener disputas territoriales con el Estado Mayor Central y el ELN, confrontaciones que han resultado en la formación de nuevas alianzas entre la Segunda Marquetalia y el ELN, especialmente en áreas de los departamentos de Cauca y Nariño.
Sin embargo, en términos de control territorial, se observa que el Estado Mayor Central domina el sur del Valle del Cauca y partes del Cauca, mientras que la Segunda Marquetalia y ciertas estructuras del ELN tienen una presencia significativa en Nariño.
Si bien, la influencia de la Segunda Marquetalia y su capacidad de control varían según la región, su impacto en la vida diaria de las comunidades afectadas es profundo, perpetuando un clima de inseguridad y violencia en las áreas bajo su influencia.
La nueva declaración conjunta sobre las negociaciones de paz, compuesta por 11 puntos, va en línea con la intención de ‘Paz Total’ del gobierno. Puntos en los que se evidencia que los líderes de este grupo ya pasaron por una negociación, pues apuntan a temas como desescalar el conflicto armado y buscar garantías respaldadas por otros gobiernos como Cuba, Noruega y Venezuela, así como de actores como la Organización de las Naciones Unidas.
Entre los principales objetivos que se conocen para dar inicio a los diálogos, está la construcción de una agenda que incluye “la dignificación de la vida, mitigación de los impactos del cambio climático y mejorar la relación con la naturaleza”, buscando avanzar en temas, según ellos, no discutidos en La Habana.
Una novedad que podría encontrarse en esta iniciativa de negociación sería la creación de zonas fronterizas de paz, con el fin de garantizar los derechos de la población en las fronteras y abordar problemas como las economías ilegales y las migraciones.
Estas negociaciones serían la tercera gran mesa del Gobierno para llevar a cabo su política de paz y resolución del conflicto, que nuevamente viene dejando, día a día, un importante número de víctimas.