El presidente Gustavo Petro decidió reabrir una embajada solo para Armando Benedetti, un político polémico que en las últimas horas regresó al país para ser asesor presidencial.
Benedetti llegó en febrero de este año a la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés), una embajada con sede en Roma que estaba cerrada hace más de veinte años, pues sus funciones las asumía la Embajada de Colombia en Roma, Italia.
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En su momento, el Gobierno Pastrana cerró esa embajada argumentando ahorro de costos. Precisamente, esa fue una de las críticas que le hicieron al presidente Petro cuando nombró a Benedetti en ese cargo.
No hay un valor exacto del costo de reapertura de ese puesto diplomático, pero sí un aproximado, según varias fuentes. La senadora opositora, María Fernanda Cabal, señaló que la embajada ante la FAO le ha costado al país más de 1.200 millones de pesos. Benedetti habría recibido unos 518 millones de pesos por sus servicios durante estos meses.
Y según la propia Cancillería, “para el nuevo domicilio del embajador petrista, se pagó una comisión de 13.200 euros por el apartamento, equivalentes a $ 61’680.099”.
EL COLOMBIANO consultó directamente a la Cancillería sobre lo que sucederá con esta embajada. Señalaron que “sigue abierta. Queda un encargado diplomático que tiene rango de consejero. Y se tendrá que designar un nuevo embajador”.
