El asesinato en Venezuela de Álvaro Padilla Tarazona, alias Mazamorro, quien era el segundo cabecilla del frente Domingo Laín Saenz del ELN, fue el detonante de la espiral violenta que dejó 23 muertos en menos de 24 horas en el departamento de Arauca. No obstante, él no fue el único capo de esa guerrilla asesinado en medio de esta guerra, pues otro más apareció muerto en la tarde de este lunes.
En efecto, esta es una de las versiones más fuertes detrás de la estela de sangre con la que empezaron el año en ese departamento del país, razón por la que la iglesia católica, Defensoría del Pueblo y defensores de derechos humanos han salido al unísono a exigir un cese al fuego y la intervención de las autoridades.
“Mazamorro” habría sido asesinado en El Nula, Apure, por disidentes del frente décimo de las Farc, que le reportan a “Gentil Duarte”, el cabecilla del Bloque Suroriental y a quien señalan de estar detrás de la baja de los trístemente históricos cabecillas “el Paisa” y “Romaña”, muertos a inicios de diciembre en el mismo estado venezolano. Este nuevo homicidio habría sido cobrado inmediatamente por el ELN desatando crímenes de supuestos mandos medios de las disidencias en los municipios de Arauquita, Saravena, Fortul y Tame, aunque no se descarta que las víctimas sean civiles.
Con el asesinato de “Mazamorro”, las disidencias habrían roto la alianza que tenían con el ELN, para así quedarse con el control de la frontera y de las rutas del narcotráfico por Venezuela. El general Carlos Carrasquilla, comandante de la Fuerza de Tarea Quirón, dijo que no hay confirmación de la muerte de “Mazamorro”, pero indicó que hay versiones de enfrentamientos en campamentos ubicados en el vecino país. “Sabemos que esta ruptura se debe al control del narcotráfico. Históricamente estos grupos han estado luchando por la hegemonía en Arauca y otros departamentos”, añadió.
Y mientras en la capital del departamento se llevaba a cabo un consejo de seguridad encabezado por el ministro de Defensa, Diego Molano, se divulgaba el asesinato de otro mando del ELN, conocido con el alias de Carramán, en la calle principal de la localidad El Amparo, del estado Apure, donde después se reportó una fuerte detonación. Este nuevo asesinato llevó a que el ELN ordenara cerrarle el paso por el río Arauca a los canoeros que transitan entre ambos países.
La situación se ha tornado tan grave que el presidente Iván Duque ordenó que dos batallones del Ejército se desplacen hasta ese departamento para recuperar el orden público, bajo las instrucciones del ministro Molano y de la cúpula militar, que desde este lunes despachan desde Arauca, uno de los departamentos más golpeados por el accionar de los grupos criminales, debido a que –al igual que Norte de Santander– están separados de Venezuela por una frontera casi invisible y sin mayores controles.
“Detrás de esos homicidios están los grupos armados ilegales tratando de asesinar a sus milicias y asustar a la población civil. En esa zona operan grupos armados ilegales que han estado en territorio venezolano con tolerancia, apoyo y protección del régimen dictatorial y claramente esa situación ha detonado en violencia”, dijo el presidente durante la revisión estratégica del sector Defensa, en donde también reconfirmó la extradición de “Otoniel”.
“Mazamorro”, quien fue capturado en 2011 por acciones terroristas y cobro de extorsiones en Arauca y Casanare, habría retornado a la ilegalidad luego de recuperar la libertad. Además de su asesinato, habrían ocurrido otros dos homicidios de integrantes del ELN en Venezuela este fin de año.
Aunque las disidencias de las Farc vienen adentrándose en Venezuela, el ELN lleva años haciendo presencia en la frontera y expandiéndose por ese país, donde tendría por lo menos 1.100 integrantes. Además, el segundo día de este 2022 hubo un enfrentamiento en Barrancas, en el estado de Monagas, que dejó nueve muertos, luego del choque entre una banda venezolana conocida como Sindicato de Barrancas contra el ELN.