El expresidente Álvaro Uribe salió este jueves en un video publicado en sus redes sociales en defensa de su hermano Santiago Uribe, procesado por los delitos de homicidio y concierto para delinquir mientras supuestamente pertenecía a la banda paramilitar de Los 12 Apóstoles.
Al finales de 2023 y tras más dos años de que finalizara la etapa de juicio en su contra, estaba previsto que el Juzgado Primero Penal Especializado de Antioquia tomara una decisión de fondo sobre el caso del ganadero, a quien se le señala de haber participado en el crimen de Camilo Barrientos, un conductor asesinado el 24 de febrero de 1994 por supuestamente hacerle favores a los grupos subversivos que delinquían en esa subregión antioqueña.
“¿Dónde están los presos del grupo criminal Los 12 Apóstoles?”, cuestionó el exmandatario inicialmente, agregando que “en Yarumal, municipio del cual es relativamente cercana la hacienda La Carolina, ha habido guerrilla y paramilitares. Sin embargo, no aparece una sola persona presa o condenada por su pertenencia a los 12 Apóstoles”.
Recordó el exmandatario que todas las personas que fueron vinculadas a la investigación en la década de 1990 fueron absueltos, “pero mi hermano Santiago Uribe está acusado, y ad portas de una sentencia. Los delitos son el asesinato de un humilde conductor de camión de escalera y concierto con paramilitares, hechos de 1994″.
Reiteró además que en 1999 se archivó la investigación contra su hermano por aparente falta de pruebas, pero una década después se reactivó el proceso por nuevos testimonios que lo llevaron a prisión en el 2016.
“Un testigo, protegido por Chávez y por la izquierda argentina, dijo haberse reunido con Santiago en Yarumal. Se probó que ese día Santiago estaba en Manizales, por una corrida que tenía encierro de La Carolina. Este testigo había sido desvinculado de la Policía por narcotráfico, siendo yo presidente. La figura que usó la Policía fue la insubsistencia sin motivación”, dijo, refiriéndose al mayor retirado Juan Carlos Meneses Quintero, quien afirmó que supo que el ganadero era líder del grupo paramilitar y que mencionó el crimen del conductor.
“Otro testigo, quien fue tratado por esquizofrenia, dice haber visto a Santiago con otra persona hablando de paramilitares. La otra persona no ha tenido condena alguna y no es amiga de Santiago. El testigo primero dijo que vivía solo, después que con la mujer y con una hija. En el juicio, la defensa mostró muchos casos de contradicciones y problemas de este testigo con empleadores ajenos a Santiago. Sin embargo, ha tenido protección de ONG declaradas adversarias mías y de sectores de la izquierda internacional”, agregó el líder natural del Centro Democrático.
“En mayo de 2014, en plena controversia electoral y con la discusión por el caso del ‘hacker’ Sepúlveda, el fiscal (Eduardo) Montealegre le quita el caso al fiscal de Derechos Humanos que llevaba tres años investigando y se lo asigna al fiscal Carlos Iván Mejía, cuota del magistrado Leonidas Bustos, condenado y asilado, de confesa animadversión a mi persona y a mi Gobierno”, señaló Uribe.
Montealegre fue declarado víctima en el caso que se le sigue al expresidente por presunta manipulación de testigos.
El fiscal Mejía, quien ordenó la detención del ganadero, salió de la Fiscalía en la era del fiscal Francisco Barbosa. El periodista Daniel Coronell publicó en sus redes sociales que Barbosa le aceptó la renuncia solo a dicho delegado ante la Corte y el presidente Gustavo Petro compartió la publicación del columnista en sus redes.
“A la presión para que condenen a Santiago se sumó un retuit reciente del presidente Petro. Los abogados del Colectivo (Cajar), enfermizos perseguidores de Santiago por ser mi hermano, han sido sus acusadores. (...) Pero Santiago ha sido perfilado de manera contraria a lo que es, como en su momento lo hizo el presidente Petro”, advirtió el exmandatario.