“Todas las pruebas se enviaban a la Corte sin modificaciones, pero la Corte presumió que se le enviaban para inducirlos a engaños. Siempre pedí la verdad, el pedido de la verdad llevó a la Corte a presumir que era una apariencia de mi parte”, dijo Uribe.
El líder del Centro Democrático, hizo una cronología desde que inició el proceso cuando la Corte Suprema de Justicia le abrió la investigación. De acuerdo con el exmandatario, los magistrados que inicialmente tuvieron conocimiento de su caso actuaron influenciados por cuestiones políticas.
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“Los magistrados José Luis Barceló, Luis Antonio Hernández y Fernando Castro Caballero, al adelantar la investigación en contra de mi persona, negaron a mis abogados la existencia del proceso. Estos magistrados nunca me permitieron versión libre. Conocí el proceso cuando me llamaron a indagatoria. Entre el llamamiento a indagatoria y la indagatoria, transcurrieron casi 15 meses. Y entre la indagatoria y la medida de privación de la libertad, hubo otros 10 meses. Consideraron que yo soy un peligro para la sociedad, pero me tuvieron en libertad todo ese tiempo. Los magistrados Barceló y Hernández, en clara violación a los principios éticos de la justicia, siendo el primero presidente de la Corte, agitaron ampliamente el caso contra mi persona en medios de comunicación”, detalló Uribe.
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Continuó diciendo que “el magistrado Barceló se atrevió a llamar a un programa radial a decir a quienes allí intervenían que yo había renunciado al Senado para evadir la Corte porque ellos me tenían agarrado. Los magistrados Barceló y Hernández agitaron en un programa de televisión, de la mayor audiencia, el caso contra mi persona. El ejercicio profesional del doctor Barceló, como abogado litigante, es buscar, ante los magistrados que ayudó a elegir, la condena de políticos como mi persona y la absolución de otros. En el medio de abogados y la justicia se conoce la animadversión del magistrado Luis Hernández contra mi persona”.
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Este caso contra el exjefe de Estado tiene en el centro de toda la trama a Juan Guillermo Monsalve, un hombre que alega haber sido paramilitar y cuyo testimonio fue clave para que la Corte iniciara el proceso contra Uribe. Afirmó haber sido buscado y presionado por el entonces abogado defensor del expresidente, Diego Cadena, para que rindiera testimonio a favor de Uribe.
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Sobre este particular, Uribe asegura que se trata de un testigo de poca credibilidad. Reprocha, que pese a que ha incurrido en tantas contradicciones, Monsalve fue considerado como el testigo determinador de su proceso. Pero sobre todo, enfatiza en la relación de amistado que el supuesto exparamilitar tiene con el senador, Iván Cepeda, con quien supuestamente se reunió siete veces en la cárcel.
“El famoso testigo Monsalve, dio la declaración al senador Cepeda en contra de mi hermano y de mi persona, 14 años después de haber terminado mi periodo como gobernador de Antioquia. Es evidente la amistad del senador Cepeda con el testigo Monsalve. Por lo menos están en evidencia siete reuniones entre ambos. Además, está probado y no refutado que el senador Cepeda intervino para que al testigo Monsalve no lo trasladaran a la cárcel de Valledupar. Prueba de que nunca tuve interés en buscar al testigo Monsalve es que entre 2011, cuando le dio esa declaración al senador Cepeda, y 2018, nadie lo buscó en mi nombre”, añadió.
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El expresidente se cuestionó si debió o no haber enviado las pruebas del complot en su contra y repitió que lo único que quería era buscar la verdad.
