“Jugadita”, “maña” y hasta “orangután”. En estos términos, tanto congresistas de oposición como independientes calificaron lo ocurrido durante la noche de este viernes en el último debate de la reforma pensional. ¿La razón? La aprobación de una controvertida proposición que fue acogida por las mayorías de las que goza el gobierno de Gustavo Petro y que permitió que –de manera exprés y sin mayor discusión–, el proyecto pasara a sanción presidencial.
Teniendo en cuenta que era el último debate del proyecto, los representantes –tras discutir y aprobar la ponencia que le daba vía libre a la iniciativa– estaban obligados a estudiar, analizar y darle el visto bueno al texto que fue aprobado por el Senado en segundo debate en abril pasado. Lo anterior, con miras a armonizar el texto del Senado con la ponencia de la Cámara.
Sin embargo, cuando apenas se examinaban alrededor de cinco o seis artículos del texto, se sometió a votación una polémica proposición para que se acogiera sin mayor detenimiento lo aprobado en Senado. Lo anterior, al parecer, debido a los apretados tiempos legislativos, teniendo en cuenta que si el proyecto no se aprobaba antes del 20 de junio sería archivado por tiempos.
En la polémica proposición se argumenta que hubo un debate “riguroso, meditado y democrático” del proyecto, asegurando que se conocía “a profundidad y con antelación” el texto que había sido aprobado por la cámara alta. “Lo pudimos conocer desde el momento de su publicación en la Gaceta del Congreso y debatir (...) además, nos fue entregado de manera física en nuestras curules garantizando el estándar de publicidad exigido por el Reglamento del Congreso y la jurisprudencia de la Corte Constitucional”.
Sin embargo, esa determinación –que terminó siendo avalada por las mayorías legislativas, en cabeza de la bancada del Pacto Histórico y aliados del Gobierno–, desató una ola de indignación y rechazo entre parlamentarios de oposición e independientes, quienes advirtieron que la maniobra evitó un análisis riguroso del proyecto. Por ello, anunciaron desde, ya que la mentada reforma podría caerse en la Corte Constitucional.
Una de las primeras en sentar su voz de protesta fue la representante Jennifer Pedraza (Dignidad), quien sostuvo que aun el Gobierno tenía cinco días y mayorías para estudiar la iniciativa y lograr su aprobación. No obstante, alertó por el camino autoritario: “Cuando se caiga la reforma en la Corte Constitucional no digan que fue golpe blando. Les advertimos antes de votar y aun así decidieron arrasar. Petro congresista sería el primero en oponerse a este ataque a la democracia”.
La representante alegó que al acoger el texto del Senado sin mayor aprobación se terminó dando vía libre a puntos como las “altísimas comisiones” para los fondos privados, en contra de lo aprobado en Cámara y de los avances que, reconoció, promovió la representante oficialista Martha Alfonso (Alianza Verde), quien fue ponente del proyecto.
“Esa proposición es mentira. Dice que hemos debatido a profundidad la reforma pensional y no llevamos ni el 15 %. Llevamos un día y medio discutiendo la reforma pensional y acá ya hay quienes quieren pararse y botar la mesa. Y no preservar cosas positivas que tiene la ponencia y en la que ha trabajado incluso la ponente Martha Alfonso. Recuerdo a los que aquí se han rasgado las vestiduras contra los fondos privados de pensiones que es precisamente la redacción de Senado la que tiene altísimas comisiones para los fondos privados”, sostuvo.
En la misma línea se pronunció desde la oposición el representante Juan Espinal (Centro Democrático), quien insistió en que no se dio el debate profundo de cada uno de los artículos que había aprobado el Senado de la República. “Por estas razones, la reforma pensional aprobada en la Cámara fue viciada. Desde nuestro partido, vamos a presentar demanda de inconstitucionalidad ante la Corte Constitucional”, anunció.
Espinal explicó que por menos se cayó ante el alto tribunal la primera reforma tributaria presentada por el entonces presidente Iván Duque, cuando se recurrió a una maniobra similar: “Ya habíamos avanzado en un 70 % del articulado. La Corte dijo que se tenía que analizar el 100 % del articulado para tener claridad en el debate y en lo que se va a aprobar y acoger”.
Según el congresista, no van a permitir que “el presidente Gustavo Petro y el Pacto Histórico se apropien de $460 billones que es el ahorro de más de 16 millones de colombianos para que hagan politiquería en el año 2026. Le hacemos un llamado a la Corte, a todos los colombianos, a gremios y a la academia para que también nos acompañen demandando la nefasta reforma pensional”.
Desde esa misma orilla, el representante Hernán Cadavid sostuvo que, “de manera tramposa y mañosa”, prosperó esa proposición: “¿Cuál es la consecuencia? Que no hay debate que dar. Que de 94 artículos que tiene el proyecto, solamente se habían alcanzado a aprobar cinco o seis, y evitaron el debate completo. Hasta el debate de la reforma pensional se robaron”, dijo.
El representante Christian Garcés fue más allá: “Ojo al orangután que acaban de meter con la reforma pensional de Gustavo Petro y el Pacto Histórico al acoger en Cámara el texto de Senado: pensiones de más de $3.9 millones quedarán gravadas, un error que habíamos corregido en el tercer debate en Cámara”. Desde Cambio Radical, el representante John Edgar Pérez sostuvo que la Cámara terminó pupitreando “la nefasta reforma pensional”.
Incluso, desde los propios partidos de Gobierno hubo descontento. El parlamentario Cristian Avendaño, de la Alianza Verde, manifestó que, al acoger esa proposición, “las mayorías del Gobierno decidieron que el Congreso sea unicameral y redujeron a la Cámara a una mera notaría”. En ese sentido, la representante Carolina Giraldo, también de los verdes, advirtió que hubo un atropello a la institucionalidad: “Es básicamente decir que la Cámara no existe. Que nuestros aportes, todos para mejorar, ni siquiera valía la pena estudiarlas”.
El representante antioqueño Luis Miguel López, del Partido Conservador, aseguró que ante este tipo de determinaciones lo mejor sería cerrar la Cámara y “ahorrarle esa platica al país”. Al calificar como “vergonzoso” y una “jugadita” lo ocurrido, el parlamentario alegó que hubo quienes “prefirieron cumplirle al Gobierno que a la ciudadanía y pupitrearon toda la reforma pensional sin discusión. Desecharon el debate, los argumentos y las alertas. Es inmoral lo que acaba de pasar”.
Acá otras opiniones tras lo ocurrido: