Diez días después de que el Congreso de la República no le aprobara al Gobierno Nacional la reforma tributaria con la que pretendía recaudar casi $10 billones para tapar un hueco fiscal el próximo año, el presidente Gustavo Petro y sus ministros siguen insistiendo en la hipótesis de que por cuenta de la falta de esos $10 billones habrá grandes recortes de inversión en sectores como vivienda, infraestructura, cultura, educación, deporte, medioambiente, ciencia, seguridad, etcétera.
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Sin embargo, cada vez son más las voces y los datos que van en contravía de esa hipótesis pues, aún sin esos $10 billones, el gobierno del presidente Petro contará con el presupuesto más alto (en términos corrientes y constantes) de la historia del país: $511 billones.
Esto significa que el gobierno Petro, inclusive con la caída de la reforma tributaria, tendrá $8 billones más de los que tuvo este año ($503 billones) y $88 billones más de los que tuvo en 2023 ($423 billones). Esto en términos corrientes o nominales, es decir, sin descontar la inflación (el aumento general del nivel de precios).
No obstante, si se descuenta la inflación de cada año, a precios constantes del 2024, el presupuesto del 2025 es apenas $5 billones más bajo que el del 2024 y sigue siendo mucho más alto que el del 2023 ($460 billones a precios del 2024) o que el del 2022 ($429 billones también a precios del 2024).
Además, desde diversos sectores le han reclamado al Gobierno Nacional que se acabó este año y no ha ejecutado decenas de billones de pesos del presupuesto. ¿Si no se gastan la plata que ya tienen, para qué necesitan más? Es la pregunta que le hacen al presidente.
Con corte a noviembre de este año, los compromisos del Presupuesto General de la Nación alcanzaron apenas el 80,8%, es decir, que de los $503,6 billones que el Congreso le aprobó al Gobierno el año pasado, a falta de un mes para acabarse el año, apenas se habían invertido o comprometido $406,7 billones, dejando sin ejecutar una cifra cercana a los $97 billones, eso es 12 veces el presupuesto que tuvo una ciudad como Medellín para este año ($8,75 billones).
De manera que la ejecución del Gobierno Nacional de este año es la más baja de la que se tenga registro desde el 2019.
Entre los sectores con mejores cifras están Salud y Protección Social (92,1%), Igualdad y Equidad (91,6%), Educación (90,2%) y Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (88,3%).
Por su parte, los sectores con los peores desempeños son Hacienda (51,1%), Deporte y Recreación (56,5%) y Trabajo (68,3%), mientras que entidades como la Registraduría (60,1%) también se quedan rezagadas.
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Un caso llamativo es el del Ministerio de Igualdad, que ha ejecutado apenas el 3,11% de su presupuesto asignado de $1,8 billones. A noviembre, esta cartera había comprometido solo $56.013 millones, de los cuales se han pagado $54.169 millones. Esto ha impactado negativamente al sector de Igualdad y Equidad en general, cuya ejecución promedio es del 68,46%, con otros organismos del ramo mostrando un desempeño superior, como el ICBF (79,28%).
A pesar de esa deficiente administración de los recursos públicos, el director del Departamento Nacional de Planeación, Alexander Maya, el presidente Petro y buena parte de su gabinete, como el ministro de Cultura, Juan David Correa, y el ministro de Educación, Daniel Rojas, insisten en que sin esos $10 billones (una décima parte de lo que no han ejecutado este año) habrá sendos recortes en sus carteras y en la inversión social que necesita el país, especialmente en los sectores más vulnerables.
Esta semana, el senador JP Hernández, de la Alianza Verde, puso en evidencia las inconsistencias de la hipótesis del Gobierno y desmenuzó la falta de ejecución: mientras el gobierno anunció la suspensión de nuevas postulaciones para los subsidios de vivienda del programa Mi Casa Ya, este año este sector tiene $4,9 billones sin ejecutar, es decir, casi media reforma tributaria. Según la Cámara Colombiana para la Construcción, Camacol, mantener el subsidio para las tasas de interés de 40.500 familias que se verán afectadas con este recorte, apenas vale $128.776 millones, lo que es el 0,025% del presupuesto para el próximo año.
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El sector cultural es otro que, según el Gobierno se va a ver afectado por culpa del legislativo y programas de formación y fomento cultural más importantes del país como la Fundación Batuta están en la cuerda floja. Sin embargo, esta cartera tiene todavía este año $623.000 millones sin ejecutar, según señaló Hernández.
Algo similar ocurre en el sector deporte, uno de los más sufridos durante la administración Petro: dijo Maya, del DNP, que el otro año este sector solo tendrá $79.000 millones para inversión, pero este año tiene todavía $971.000 millones que no se ha gastado. Maya, increíblemente, también dijo en el Congreso que el sector de Igualdad iba a sufrir el apretón del cinturón, cuando es la cartera que menos recursos ha ejecutado desde su creación el año pasado.
Maya además dijo que se afectarían sectores como transporte, infraestructura vial, servicios públicos, ciencia y tecnología, industria y comercio, seguridad e inteligencia. Sin embargo, en todos estos, a falta de pocos días para terminar esta vigencia fiscal, todavía hay cientos de miles de millones, billones en algunas casos como el de minas y energía, transporte o medio ambiente, que se quedarán engavetados porque el gobierno no pudo invertirlos en estos doce meses.
¿Le alcanzarán los otros próximos 12 para invertir bien los $511 billones que tendrá, le harán tanta falta los $10 que no le aprobaron o también le sobrará como este año?
