Por Sebastián Aguirre
@aguirresebas
Para escribir esta columna quise que mi mente estuviera en frío, luego de las emociones vividas la noche anterior en el Atanasio Girardot, en la que nuestro equipo triunfó con agonía 2-1 sobre Millos. No es conveniente, ni justo, escribir con la calentura en la que salimos del escenario muchos de quienes asistimos al partido, cuando teníamos un rival con signos vitales inexistentes, diezmado, entregado, y sufrimos de esa manera para quedarnos con los tres puntos.
Seguro todos ustedes vieron las imágenes, y si no pues escucharon o siguieron por las redes sociales las incidencias y los comentarios de toda la hinchada durante el transcurso del encuentro. Habrán sentido furia, ira, malestar, impotencia, rabia, y agreguen ustedes los adjetivos que quieran. Toda clase de calificativos contra el entrenador, que, créanme, en el estadio fueron peores, sobre todo los que bajaron desde Occidental y Platea, pues extrañamente desde Sur no hubo pronunciamientos, al menos en voz alta, y en cambio sí mucho, pero mucho aliento hasta el final, loable y destacable.
Siento que la química entre Juan Carlos Osorio y parte de la hinchada ya no existe, no va más. De hecho, ¿ha existido en algún momento? No dudo que el entrenador tiene méritos para estar en la banca verdolaga, fue campeón de Colombia y se ha preparado para este reto. Pero su propuesta no enamora. No atrae. Cuando ordenó los ingresos de Juan David Valencia y Félix Micolta, la tribuna lo quería ahorcar. Ni siquiera en el momento del gol de Sherman Cárdenas, el entrenador se salvó de los insultos.
Sin embargo, el hombre se sostiene en su cuento. Sus palabras en la rueda de prensa luego del compromiso son de alguien que confía en lo que hace, aunque a muchos no nos guste. Y sí, vale, lo acepto, sus números son muy buenos, estamos entre los ocho, cerca de los líderes y a solo 10 puntos de clasificar. ¿Y entonces? ¿Somos muy exigentes los que le pedimos que nos dé un poquito más de sabrosura en su sazón futbolística? ¿O nos conformamos con lo poco que muestra el equipo en la cancha?
Claro: él no juega. Son los jugadores los que ponen hacen rodar la pelota. A veces bien, como en el pase gol de Macnelly Torres a John Fredy Pajoy, o en ese cachetazo de Sherman en el último segundo. Otras, en cambio, mal, muy mal, como los centros, ¿centros?, de Juan David Valencia, o las fintas sobre su propio eje de Micolta. Súmenle la lesión crónica de Luis Fernando Mosquera, o el bajo nivel de Sebastián Pérez y Cristian Bonilla, a quien se le nota inseguro, temeroso.
¿Entonces? Creo, sinceramente, que esto es lo que tenemos. Que por más que exijamos, no vamos a obtener más de lo que el equipo muestra. Suena a resignación, pero es mi sentir. Vengo esperando más desde hace un año, y partido a partido mis ilusiones se desvanecen. No quiero ver al Barcelona o el Real Madrid criollos, quiero ver a mi Nacional ganando con justicia, con entrega, compromiso, y buen juego, a nuestro modo, pero respetando a una afición que cree, que alienta, pero que también sabe cuándo hay propuestas atractivas, y en este caso, no es así.
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Estoy de acuerdo con UD, de pronto otro tecnico igual tendrá los mismos jugadores que en mi gusto nos falta reemplazar a Aviles Hurtado, alguien que gambetee y vuelva loca la defensa o en la punta izquierda alguien que como Pajoy quien no me disgusta su juego pero lastima que sus lesiones, tener alguien que nos ayude cuando Pajoy no esta en la izq, no se si Sherman sea esa flecha para mi Sherman es mas de enganche, mas pensador y menos vertiginoso pero que tiene clase.
Ojo señores hinchas no a todos los equipos tenemos que salir a golearlos, ayer con Millos veia que estabamos ganando pero la gente presionaba por mas goles como si estuvieramos perdiendo.
Y Ojo Nacional que si vas a mantebner el 1 a 0 debes correr para evitar que nos marquen ese gol que casi nos manda aburridos para la casa.
De acuerdo a las declaraciones del técnico Osorio varios jugadores son inferiores al compromiso adquirido de jugar en Nacional. Se ve que existe una división entre ellos y falta de trabajo psicológico para afrontar los partidos.El técnico ,quien sugirió la mayoría de jugadores , debería tomar determinaciones y enviar a la banca a los que tienen miedo escénico, de lo contrario va continuar fracasando. Ojo Directivos.
Si el fútbol fuera solo resultados, uno no vería los partidos sino que averiguaría al día siguiente cómo quedaron. El fútbol no es una obligación por cumplir, debe ser un placer de 90 minutos. Recordemos a Merlo, que luego de quedar campeón tuvo que irse por no satisfacer el gusto de los hinchas.
lo que pasa con el Señor Osorio, es muy claro, con su cuento de la rotacion, hay jugadores que ya no tienen claro en donde y como jugar, contrario si existiera una nomina titular con sus respectivos suplentes,y si los jugadores se echan para atras es por que le falta liderazgo.
YenkoVerde a nadie le interesa tu opinión, payaso fanático futbolero, eres tan insignificante que ni para eso se leen tus letras