Pensaba que quizá me debía haber sentido frustrado y algo inconforme porque no era el mejor resultado con el que podíamos comenzar la temporada, pero algunas cosas que ví me hacían sentir satisfecho y con expectativas por saber qué vendrá en las próximas semanas.
Y creo que una de las razones principales para sentirme de esa manera fue el gesto de celebración que le vi a Nicolás Hernández cuando hizo un quite por el costado de Oriental. Una acción que comprendía humildad, ambición, entrega, sacrificio, que ya quisiera vérsela a tantos veteranos y jugadores con trayectoria que tienen nuestro equipo, repletos de talento pero a los que quizá en algún momento les falta eso que Nicolás mostró.
Ante las adversidades que se han posado sobre el Verde, de tipo administrativo y deportivo, que en el primer partido del año hayamos descubierto de manera oficial a Nicolás es quizá más importante que un empate a ceros como local en el arranque.
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Porque esa humildad, esa entrega, ese coraje con el que el defensa -que ya no es tan chico, tiene 21 años- entraba a disputar cada balón, pero también la elegancia con la que salía jugando desde el arco propio, me llenaron de esperanza.
Podré pecar de inocente, pero es que puede ser que eso sea lo que nos falte a veces como aficionados del Verde, volver a alegrarnos con los pequeños detalles, con celebrar cada cosa que ganemos, no solo los goles y los títulos.
Nicolás hizo que yo le tenga fe a este proceso. Nos falta mucho, sobre todo los goles, que ya llegarán, porque espero que esa energía del zaguero contagie a Déiver Machado, de quien espero mucho más; le recuerde sus años de novato a Aldo Leao Ramírez, un ídolo del club al que ya los años le pesan pero cuya experiencia es fundamental; impregne de confianza a Ómar Duarte, un joven que aún no halla la forma en Nacional y ahora tendrá que remar duro para ganarle el puesto a Hernán Barcos; y en general a todo el equipo que lució por ratos bien pero al que le falta rodaje.
Bien también por Paulo Autuori, al que se le notan las ganas de proyectar jovenes talentos, como ya ocurrió en años anteriores con cracks como Dávinson Sánchez, Marlos Moreno, Sebastián Pérez, entre otros. Sus palabras y sus gestos dan muestra de su experiencia y trayectoria.
Y los hinchas tendremos que tener paciencia y no desfallecer pronto; este semestre no será nada fácil para el Club, y el ánimo que le demos desde la tribuna será clave para llenar de confianza a los jugadores.
¡Vamos Verde!
esperamos que estas promesas se consoliden y empezar a mostrar resultados reales a partir del segundo semestre. Autori es un técnico muy capaz y debe brindar estas oportunidades.
Lo mejor de Nacional es que somos familia. Los directivos, jugadores y la hinchada siempre esteremos unidos para superar las adversidades y cumplir los objetivos. Nacional es grande y seguira brillando con luz propia. Fuerza verde! A alcanzar la victoria!