Por Sebastián Aguirre
@aguirresebas
Y así es la vida de los equipos grandes. Esta semana perdimos una final, pero todavía nos jugamos otra. Perder la Sudamericana nos dolió, y mucho, pero esto sigue, y por fortuna para los verdolagas tenemos revancha rápido.
No es hora de bajar los brazos. Por el contrario, debemos estar contentos porque el Verde ha vuelto a ser el grande del continente que fue en los noventa. Cierto es que en la final nos faltó más casta, más berraquera, y que la ilusión nos duró 45 minutos, los del primer tiempo en el Atanasio, pero es una experiencia más que vamos sumando en ese objetivo que es ganar un torneo internacional.
Cuartos de final en la Sudamericana 2013, misma fase en la Libertadores 2014 y la final de la Sudamericana 2014. Nada mal, ¿no? Y se nos viene la Libertadores 2015, porque esto sigue. Así es la vida de los grandes. Una revancha tras otra. Pero estamos ahí, en la élite del fútbol suramericano. ¿No es lo que soñábamos hace dos o tres años?
No nos desesperemos. Sepamos aguantar, tener paciencia. No todo llega de la noche a la mañana. Recordemos que Nacional estuvo hasta cinco años sin clasificar a torneos internacionales (del 2000 al 2005, y no cuento las Sudamericanas de 2002 y 2003 porque eran con invitación), y ahora completaremos tres años consecutivos estando ahí, entre los mejores.
El turno nos llegará. Por lo pronto, si usted, como yo, ama a Nacional, debería ir al estadio al partido contra Santa Fe. Arropar a los jugadores. A Franco Armani, a Alex Mejía (podría ser su despedida), al profe Juan Carlos Osorio, que nos llevó a la cúspide suramericana. Porque estamos a un paso de otra final. y eso sigue. No para. Así es el Verde, un reto tras otro. ¡Te amo Nacional! ¡Sos mi vida!
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