Carlos David Palacio / @elpole
Analizar el partido de Nacional y Pasto disputado el pasado viernes en el estadio Atanasio Girardot no es difícil.
El primer tiempo y el segundo fueron similares, en ambos Nacional siempre buscó el arco rival, trató incisivamente de atacar pero la falta de volantes creativos y la ausencia de un jugador rápido y hábil por la banda derecha hizo que esto se hiciera casi imposible.
Por su parte Pasto siempre supo esperar, se defendió bien sin necesidad de encerrarse en su propia área, nunca se desesperó, ni siquiera cuando estuvo abajo en el marcador y esperó los espacios que Nacional le dejó para contragolpear.
John Valoy y Sebastian Pérez (quien entró en el segundo tiempo) son volantes de marca con buen manejo de balón que poco recurren a la faltas para defender sus zonas, es decir, se puede decir que son volantes mixtos pero realmente no son creadores, son mas defensivos que ofensivos y a un equipo sin un jugador talentoso que genere juego de la mitad de la cancha para adelante le va quedar muy difícil crear opciones claras de gol.
Es verdad que Nacional no contó para este partido con jugadores como Bocanegra, Murillo, Mejía, Medina, Diaz, Cardona y Berrío (fueron reservados para el partido del martes frente a Nacional De Uruguay), y que con esos jugadores muy seguramente el marcador habría sido diferente, pero también es importante reconocer lo que vino a hacer el Pasto a Medellín. Por primera vez en lo que va del año un equipo sale a ganarle a Nacional en el Atanasio, sale y busca el partido desde el primero hasta el último minuto, juega y deja jugar, no pega, no finge faltas, no quema tiempo, no pide tarjetas. Ojalá los demás equipos que vienen a esta ciudad llegaran con esa idea y no con la de sacar puntos con marrullería y trampa.