Javier Danilo Correa Ospina
@jdanilocorrea

Antonio Chávez no dudó en expulsar a Jesús Rubio cuando el jugador irrespetó al juez de línea. El silbato aguantó la protesta grosera de la visita y finalmente impuso su autoridad. Archivo: EL COLOMBIANO.
Me voy a 1973, un año glorioso para la institución, porque fue donde se colgó su segunda estrella imponiéndose en el triangular final al Deportivo Cali y a Millonarios.
El 3 de junio de ese año, un partido más entre Atlético Nacional y Atlético Junior en el Coloso de la 74, un cotejo que arrancó a las 3:50 p. m., pero sin duda alguna los protagonistas fueron un jugador de “los tiburones” y el equipo arbitral del compromiso.
Algo atípico pasó en ese partido. Transcurrido el minuto 18 una pelota se la lleva Gustavo Santa por toda la raya. No sale. El asistente arbitral Francisco Rojo así lo indica. Pero Jesús “Toto” Rubio no lo cree de esa manera. Cuando termina el avance de Atlético Nacional, corre de manera vertiginosa a Rojo, lo choca y le quita el banderín amarillo.
El juez de línea llama al árbitro Antonio Chávez, le cuenta a él lo que pasó y luego el central le saca la tarjeta roja directa que desencadena la furia de los jugadores del conjunto barranquillero. Estos gritan su inconformidad y algunos quieren desquitarse mediante vías de hecho con Chávez y con Rojo, pero interviene la fuerza pública. Y de ahí en adelante, Junior juega con 10 hombres. Bien por el asistente al recibir un espaldarazo por parte del central. Eso fue imponer respeto por encima de las consecuencias que trajo esa decisión.
Y así pasó, lo increíble fue que Nacional sintió más la expulsión de Rubio que el propio equipo de Barranquilla. Marcos Coll (el autor del gol olímpico a la Unión Soviética en la Copa Mundial de Chile 1962) llamó a Francisco Cañarete a ocupar el puesto del expulsado y ubicó a Valeta en el otro lateral. Y como si fuera esto poco, ordenó que Urzola hiciera la función de acompañar a Vásquez y a Othón Da Cunha. En esta forma, el conjunto verdolaga dispuso de muchos espacios para armarse, sin embargo, no tuvieron llegadas.

Navarro se estiró para contener un remate de Kretzer, como hubo un balón detrás de las redes, dio la impresión de que se está dentro de la red. Pero el que contuvo el arquero le llegó a sus manos. Archivo: EL COLOMBIANO.
Este Junior impresionó por la forma de como supo planear su juego. Se defensión con todo atrás y salió a jugar de contragolpe con el peligro que presentaron las arremetidas de Kretzer y de Ariel Valenciano (el padre de Iván René) con el acompañamiento, en la cuota de sacrificio, de Urzola. Nacional se quedó corto, su toque no causó efecto alguno. Ni tampoco los centros “a la olla” que se hicieron de manera frecuente. Un remate de volea, fenomenal, de Jorge Hugo “Chancha” Fernández, encontró uno de los postes y fue al centro del campo. Pero también Valenciano se perdió el gol al minuto 35 ante un centro perfecto de Urzola.
Por supuesto, que las anotaciones pudieron llegar por cualquier vía, pero en el Atlético Nacional, Hugo Horacio Lóndero no se encontró con nadie, mucho menos con él mismo. Y por los lados, apenas se pudo destacar Hurtado porque Santa no se mosqueó en el partido. El cotejo estuvo entonces, en esa tónica: un equipo como Nacional con casi toda la cancha para armarse. Pero se encontró con una muralla costeña en donde más de siete hombres desviaron, de manera oportuna, todos los remates que llegaron. Y así fue transcurriendo el partido, el Junior con la fórmula para el cero y con las irreverencias de Kretzer para inquietar a Navarro y la desesperación del verdolaga por buscar el gol que no llegó.

Jesús ”Toto” Rubio a punto de irse a vías de hecho con el silbato, pero lo contuvo Gabriel Berdugo y no pasó a mayores. Archivo: EL COLOMBIANO.
Del empate sin goles se salieron con la suya el onceno visitante. A nadie le gustó ese 0-0, pero sí al Junior que con un hombre menos y de visitante se llevó un punto valioso. La cuota de fútbol fue muy pobre. La expulsión de Rubio trajo como consecuencia una situación en la que al Atlético Nacional se le enredó la pita, “obligado a ganar” según los entendidos.
FICHA TÉCNICA
Fecha 19 del Torneo Apertura 1973, domingo 3 de junio.
Estadio Atanasio Girardot, asistencia de 8.865 espectadores para una taquilla de $170.473
Árbitro: Antonio Chávez. Asistentes arbitrales: Francisco Rojo y Humberto González.
ATLÉTICO NACIONAL: Raúl Ramón Navarro Paviato; Álvaro Suárez Isaza, Francisco Antonio Maturana García, Teófilo Campaz Rengifo, Jorge Ortiz Jiménez; Abel Antonio Álvarez Cuartas, Tito Manuel Gómez, Jorge Hugo Fernández; Gustavo Santa Pulgarín, Hugo Horacio Lóndero Secullini y Leonidas Hurtado Ortiz.
Director Técnico: Vladimir Popović
Cambios: José Hernando Piñeros Álvarez por Lóndero al 63’
Amonestados: Fernández al 35’ y Piñeros al 70’
JUNIOR: Alfredo Griego González; Francisco Cañarete, José de los Reyes Zárate Zamudio, Gabriel Berdugo García, Jesús Rubio Hernández; Pedro Manuel Vásquez Roselte, Othón Alberto Da Cunha, Paulo César De Oliveira; Ariel Valenciano Galarza, Adalberto Kretzer “Mickey” y Álvaro Enrique Urzola Rego.
Director Técnico: Marcos Tulio Coll Tesillo (encargado).
Cambios: Maximiliano Valeta por De Oliveira al 50’ y Misael Flórez Cristancho por Urzola al 81’
Expulsado: Jesús Rubio Hernández al 20’