¿Cuántas sesiones de trabajo nos faltan, profe Osorio?

Por Sebastián Aguirre
@aguirresebas

Gu

A Gustavo Torres le pasó factura la no convocatoria en las últimas fechas. Ante Santa Fe no se le vio la chispa que traía. Foto Colprensa

“27 sesiones de trabajo no son suficientes para consolidar la idea de juego”, dijo Juan Carlos Osorio. La fecha: domingo 9 de febrero. Es decir, hace un mes exacto. Ese fin de semana Nacional no jugó, pues su partido ante Chicó (ganamos 0-3) había sido programado para un martes. Ocho días antes, el equipo cayó ante Jaguares, y luego le ganó a Huracán, ambos como local.

Desde que el entrenador dio esa declaración, el Verde ha jugado seis encuentros, con dos victorias (ante Chicó y DIM), y cuatro empates (Cali, Huracán, DIM y Santa Fe), mostrando intermitencias en su juego y sin haber consolidado aún una idea de juego.

Tiempo de trabajo sí ha tenido Osorio: desde el viaje a Argentina (el 19 de febrero), Nacional ha jugado cada ocho días, tal como lo pide el propio entrenador: “Fisiológicamente está comprobado que un atleta de alto rendimiento no se recupera en menos de cinco días”, repite sin descanso. Preocupante, entonces, que justo cuando más distancia ha habido entre los partidos, el equipo se ha visto tan regular, pues además de la victoria ante el DIM por 1-3 (en la que el rival jugó con mayoría de suplentes), no se ha demostrado ni contundencia, ni dominio ni superioridad.

No sé cuántas sesiones de trabajo sumó el conjunto desde aquel 9 de febrero. No asisto a los entrenamientos, pero no dudo que el entrenador ha trabajado sin cansancio. Sin embargo, los resultados en la cancha no reflejan algo distinto.

El equipo luce aún en construcción, pese a que ya ha jugado diez encuentros (ocho de liga y dos de Suramericana, más los de pretemporada). Hay individualidades con un buen rendimiento, como Andrés Andrade, Jefferson Duque, Baldomero Perlaza o Daniel Muñoz, pero en otros casos hay deudas pendientes: Jarlan Barrera, José Fernando Cuadrado, Diego Braghieri, Geisson Perea, Déiner Quiñónez.

Lea también: Daniel Muñoz, el del ADN de Atlético Nacional

Ante Santa Fe, de nuevo, la elección de la nómina, a priori la más fuerte para enfrentar a un club de estas características, se antojaba la más adecuada, pero el desequilibrio individual fue más que el aporte colectivo. Si no fuera por Andrade, Nacional en el primer tiempo se habría ido sin un solo tiro al arco, y en el segundo tiempo, ni siquiera con la expulsión de un rival se pudo dominar con plenitud.

Barrera fue sustituido, Gustavo Torres no tuvo ninguna ocasión peligrosa, y el medio campo se vio superado de principio a fin.

Esta semana, de nuevo el Verde tendrá semana larga, esperemos que se sumen las famosas sesiones de trabajo para ver algo mejor en cancha, y emocionarnos con un fútbol más convincente, regular y superior al de los demás, porque creo que hay con qué.

 ————————–

Síganos en Twitter e Intagram:  

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *

Puedes usar las siguientes etiquetas y atributos HTML: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <strike> <strong>