Por @chepeverde
El hincha como razón social, económica y sentimental de un club de fútbol tiene derecho a la crítica en cualquier momento y condición. Es el activo inagotable de toda institución, el que finalmente se convierte en el elemento más importante dentro del fútbol. Pasan los jugadores, los directivos y quedan las instituciones y sus seguidores.
Cumpliendo con la religión. Sentando en una silla cualquiera del Atanasio Girardot como lo he hecho fecha tras fecha a lo largo de los últimos años, me ha tocado observar con gran asombro la mutación de sentimientos que ha sufrido la hinchada de Nacional. Quizá sea un plano general, pero por el momento me detengo hablar de mi parroquia, de la que me concierne y la que conozco.
Se acabó la paciencia y el aliento. No hace mucho años observaba extasiado momentos en lo que ver la tribuna era más gratificante que algunos pasajes dentro del terreno de juego. El ánimo, el aguante, el sentimiento estaban demarcados por una línea transversal que era acompañar y respaldar al equipo. Hoy pasa todo lo contrario.
Si bien como hinchas tenemos el derecho a la crítica, los límites están traspasando. Los insultos a jugadores y al mismo Juan Carlos Osorio me hicieron pensar qué tan buenos hinchas somos. Hemos adulado desde hace mucho tiempo que somos los mejores, pero ¿de qué manera lo estamos siendo en estos momentos?
Ya no es como antes. Si hay una jugada mal hecha hay “puteada”, si hay un cambio que no consideramos pertinente hay insultos, si nos entra el desespero hay madrazos. Si usted ha jugado fútbol ¿no se da cuenta que es muy fácil hacerlo todo bien desde la tribuna?
No defiendo un sistema, un técnico, un jugador y menos un directivo. Defiendo el derecho al error, a equivocarse y a la crítica sana. Al respeto, al agradecimiento y la felicidad que nos brinda la institución de nuestros amores. Es difícil leer ofensas contra el técnico Juan Carlos Osorio y dejarlas pasas: “burro, fuera Osorio, petardo y demás”, cosas que se escuchan en la tribuna y que no dejan de ponernos en tela de juicio, ¿somos de verdad los mejores?
Es un debate amplio, la crítica con respeto cala, la impuesta no. Haga el ejercicio y en los próximos partidos vaya al estadio y observe su alrededor.
Quizá podremos decir que pagamos por ver, pero dentro del fútbol hay tres posibilidades de resultados ganar, empatar o perder y si pagamos, estamos expuestos a cualquiera de los tres, ¿o no?
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Ese “fenómeno” que para usted resulta tan extraño es una característica de las hinchadas exigentes, y las hinchadas exigentes son características de los equipos que se han hecho grandes. No sé si usted sigue el fútbol mundial, pero si lo hace no debería extrañarse de ver esa rara “mutación”. Buena parte de la hinchada del Nacional está decepcionada. La directiva del equipo le vendió el sueño de que conformaría un equipo capaz de pelear torneos internacionales, pero lo que ha hecho durante el último año es desmantelar la nómina, mostrar una torpeza enorme al momento de contratar, abandonar la cantera y respaldar ciegamente a un técnico que cada día demuestra más que no está listo para dirigir a un equipo tan grande. Entonces no se asombre tanto; más bien entienda que una hinchada que ha visto a su equipo del alma en grandes gestas no quiere que este caiga en la mediocridad, y comprenda también que la exigencia de las hinchadas es parte de lo que mantiene grandes a los equipos.
Muy de acuerdo con este post, hace varios meses he vivido la misma y desagradable experiencia con algunos y cada vez en mayor cantidad hinchas del mas grande de Colombia. Me siento triste y haciéndome la misma pregunta ¿de verdad somos los mas grandes?, creo que hace algunos años sí y quizá en este momento también, pero si no cambiamos la manera de actuar y de pensar ya no lo vamos a seguir siendo.
El partido anterior de libertadores me llené de inmensa tristeza al observar la salida del equipo, partido de libertadores, primer partido en el año con parafernalia, tribunas llenas, el escenario era perfecto para demostrar lo grandes que somos y que recibimos a cambio, solo tiras de papel y unas cuantas banderas que se ondeaban en tribuna sur. Para muchos pudo ser suficiente pero a mi manera nos está faltando y cada vez más. No se trata de imitar a nadie pero si hay unos modelos a seguir, sé que el presupuesto de nosotros es mas corto pero pienso que podemos empezar a pensar y actuar como los grandes que éramos, somos y podemos seguir siendo. Si la fiesta en el estadio es mayor, se empezarían a erradicar los insultos y las “puteadas” porque se viviría nuevamente el fútbol de manera diferente, como lo que es, una fiesta.
De acuerdo con lo que dice el señor Pedro Rodriguez le agrego que sólo tenemos nómina para ganar torneos locales y eso dependiendo del DT que se ilumine y juegue con los mejores, cosa que casi nunca hace.
Si decimos ser el equipo mas grande, entonces que lo demuestren, por ejemplo: Nunca he visto al Barcelona que saque de la nómina a Iniesta, messi y xavi sólo por citar algunos, porque son muy bajitos y el rival es de jugadores grandes y buenos cabeceadores, lo mismo sucede con el Madrid, Bayern y cualquiera que se llame grande, porque ellos juegan con su estilo e historia y con eso ganan o pierden pero son mas las veces que ganan, pero un DT que cambie de equipo dependiendo del rival que no le dá la seguridad a sus jugadores de que son titulares no me parece que sea de un equipo grande, aún añoro al Nacional grande de los 80 y 90 que fue base de las selecciones Colombia y que se paseó por todos los estadios con un estilo y nunca renunció a él sin importar si el rival era Brasilero, argentino, paraguayo o colombiano, ese si era un equipo MUY GRANDE, por ahora por el amor al equipo uno acompaña, yo a veces puteo a esos jugadores que no tengo ni idea que hacen en el equipo, esos que no saben dar un pase a 2 metros (y sé que no soy el único que lo hace) y eso no es dejar de querer al equipo, pero no soy desagradecido yo sí le doy las gracias al señor Osorio por ganar todo en Colombia, pero dudo y mucho que ganemos algo afuera del país, y honestamente en los últimos 10 años no he visto un equipo verde que en realidad sepa lo que es la historia del equipo, claro que la moda para el hincha de hoy es ganar como sea y restrergarle en la cara los títulos al rival, esa es la felicidad del hincha de hoy, en los cuales no me incluyo.