Por Chepe
Empecé la semana como cualquier colombiano promedio: entre los ires y venires de la vida madrugué a cosechar, a partir de una fuerza de trabajo, el sustento diario que sumara un par de devaluados pesos colombianos a la ínfima cifra que me gano durante más de 10 horas de trabajo diarias.
Desde el lunes y aguantando el estrés por la jornada laboral, la presión del jefe y las extensas horas de trabajo luché como otros compatriotas y me gané un par de dolores de espalda, unos cuantas discusiones y por ahí, unos cuantos dolores de cabeza. La cosa no empezaba bien, pero todo podría cambiar.
Como siempre, mi oasis dentro del mar de complicaciones que trae la vida diaria estaba dada por el fútbol y en especial por Atlético Nacional. El miércoles tuve un respiro largo durante 89 minutos. Me ilusioné, grité y pensé que todo tendría un buen desenlace. Al final, los azares de la vida quisieron que no fuera así y con un poco de tristeza, pero más de esperanza, aguardaba por mejores cosas.
Me privé de algunos gustos personales, de salir a comer a la tienda de la esquina, caminé para ahorrarme un pasaje en el trasporte que me lleva hacia mi hogar. Con un par de excusas logré vulnerar la insistencia de mi novia por un antojo que tenía y esos pesos, sin ser tacaño, los sacrifiqué para invertirlos en la boleta para el partido de este sábado en la noche.
Todos estos sacrificios, todas esas evasiones, solo comprometían una sola idea. Asistir a ver el equipo de mis amores. La semana continuó pesada. Las cosas no eran fáciles en mi hogar y el dinero, de a poco y con mucho sudor, estuvo completo el sábado. Pagué la boleta y la ilusión de que mi esfuerzo se viera retribuido se desvaneció en 90 minutos.
Lo demás lo conocemos. No hace falta replicar cada error y falta de amor a la institución que profesan algunos jugadores. Me retiré con un sentimiento de impotencia tan grande e igual a toda la gente que asistió a ver el desgano de algunos y la parsimonia de otros jugadores. Era imposible no sentir rabia y desazón.
Durante la semana padecí un sin número de situaciones solo para esperar este momento y con algunas lágrimas en los ojos caminé hacia mi casa a ponerle de nuevo la cara a la vida. No hay tal oasis, no hay un punto para exorcizar mi estrés semanal, no hay motivación, no hay fútbol.
Hoy con la cabeza fría, con el corazón en la mano por la cantidad de sentimientos que me embargan madrugué a comprar la boleta para asistir al partido de Copa y como siempre tengo fe, esa misma fe que me ha sostenido durante más de 20 años asistiendo al Atanasio ver a Nacional, pero que por momentos se diluye gracias a unos cuantos que pasan por el equipo más grande Colombia y no dejan huella.
Arrancaré una nueva semana y esperaré para que de las cenizas resurja un Ave Fénix que exorcice esa cantidad de demonios y situaciones adversas que tenemos que vivir los hinchas del verde y del fútbol solo por el amor a una institución. Llegará el martes y un nuevo capítulo en mi diario vivir.
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Muy bueno el articulo.Estoy seguro eso que narras aca,es la situacion de muchisimas personas. No hay derecho,que con tanto sacrificio que se consigue una boleta,a la mayoria de los jugadores de Nacional,les importe un c**o sus hinchas y salgan a hacer semejantes ridiculos.
Creo personalmente que hay que cambiar el tecnico y tratar de mejorar la situacion actual.Para lo que invirtio Nacional,es tremendo fracaso,estar en la posicion que se encuentra en el torneo y no creo que vayan a eliminar a Velez y mucho menos a Santos.
Sigua escribiendo asi…hay telento
JuanKgomez
No deberian ir a ver esos sinverguenzas haver si estando solos pueden jugar y ganar hagan una campaña para que la protesta se sienta y nadie vaya al estadio.
no seamos masoquistas que los antioqueños merecemos respeto, esperemos la reaccion de la gente el martes, a ver si estos sinverguenzas trabajan que con lo que pagamos por la boleta es que le pagan a estos sujetos. el escrito es la verdad del verdolaga trabajador y no de los hinchas por moda.
Es muy duro ver como nos atacan en nuestra buena fe, uno paga por ir a ver un espectaculo, y disfrutarlo, y lo que nos dan es todo de lo que precisamente buscamos escapar del trabajo, pero estoy completamente seguro, y con hechos lo veo que el mas grande fraude se llama SANTIAGO ESCOBAR, jugadores que salen de la direccion de el dan excelentes resultados en otros equipos,un jugador sabe de su trabajo pero no aguanta tanto enredo que les pone este caballero, el REY DE LA EXCUSA, ojala la OAL pueda reponer tanta frustracion que deja jornada a jornada este Sr en la aficion, gracias a este usuario por plasmar en este medio de comunicacion el esfuerzo de tanto hincha verde, y tanto vacio que nos entrega este sinverguenza, pirata siglo XXI.
La moraleja de la semana, los partidos se deben jugar y no ser tan agrandados, como se compara una noble nomina Colombiana, con los mejores equipos del mundo REAL MADRID Y otros- esto no es con el fin de ofender a nadie. simplemente vivamos el futbolt criollo y ya, COLOMBIANOS SOMOS TODOS, EL atletico huila por su buen momento y con mucha sencilles, apoyemoslo y seamaos felices, la ciudad de Medellin me encanta pero me aburren algunos paisitas que som agranddos.