Por: Chepe

Una ayudita suprema
Sí usted es una de las personas que encomienda sus acciones, sus proyectos y su suerte a un ser supremo o a un santo, es el momento perfecto para que dedique esta vez sus oraciones por el Atlético Nacional.
No le sea esquivo al equipo de sus amores. Pida y haga una penitencia por la suerte que pueda correr el verde en su visita a la ciudad de Pereira, donde se juega la clasificación a los octogonales del torneo colombiano.
Dependemos de sí mismos. Sí. Pero por lo poco que expone Nacional en la cancha, no está de más una ayudita celestial que le serviría a las directivas y al cuerpo técnico verde que caen en el oscurantismo en las decisiones que toma con el equipo profesional, dentro y fuera de la cancha.
Es más si quiere que esto se haga realidad, pida para que a Giovanni Moreno se le ilumine su magia y pueda resolver sin problema. Rece para que Baihano, titular en este crucial encuentro, haga las cosas bien –difícil, pero puede lograrse con un milagro-. Ruegue para que Ringo Amaya, ayude en el medio campo; al menos quite un balón sin hacer falta. Implore por Galván a ver si el antiguo goleador renueva sus votos con el arco.
Hasta hace pocos días la comodidad nos acompañaba. No se jugaba bien, pero como decía el profesor Cabrero, ahí seguíamos en la lucha. San Ramón debe hacer uso con su bendita mano, del don preciado de la sabiduría y clasificarnos a los octogonales, eso sí, para hacer un papel destacado y porque no obtener el título.
Ese es el milagro que necesitamos, que al menos juguemos bien para que se den las cosas como todo el mundo quiere. El problema es que por estos días siete hinchadas andan en las mismas rogativas, ojala que Nacional esté entre los favoritos de ese ser supremo. La ilusión es que para el domingo al caer la tarde estemos en los misterios gloriosos al terminar la jornada y que la ayuda divina no le haya sido ajena, porque ya lo dice la religión católica: Dios no desampara a nadie.
Desde estos momentos enciendo la veladora y empiezan mis peticiones.