La actual crisis cambiaria mundial está involucrando a todo el mundo. Ya los grandes temas de la agenda global no se definen en el G-7 sino en el G-20, o sea, las tres grandes potencias de la economía de la segunda mitad del siglo XX (Estados Unidos, Japón y la Unión Europea) y los mercados emergentes, con los BRIC a la cabeza.
De hecho, el FMI ha redistribuido sus acciones y sus votos, dando a los mercados emergentes 6% más de participación. Esto significa que los países industrializados, otrora propietarios de 63% del capital del FMI, ahora sólo poseen el 57%. Este cambio de estructura de capital es una señal de cuál es la nueva realidad que se está viviendo en la economía mundial.