Amigos, cordial saludo:
En estos días en nuestro país, y particularmente en Antioquia, se encendió la alarma porque la región se ha convertido en un “corredor” para migrantes asiáticos y africanos que buscan un mejor porvenir en el Norte de América. Esa noticia me lleva a proponer el tema de las Migraciones Internacionales, como nuestra reflexión de Actualidad Económica.
Evidentemente, las migraciones mundiales tienen su origen, principalmente, en los países en vía de desarrollo (África, Latinoamérica y Asia Central) y en las naciones del Centro y Oriente de Europa que abandonaron el comunismo. Un caso particular es de las naciones de Los Balcanes (antigua Yugoslavia, principalmente) que han generado una diáspora muy fuerte después de los conflictos étnicos de finales del siglo pasado y comienzos del actual El destino de estos inmigrantes es Norteamérica, Europa Occidental y Japón.
Hipótesis para la discusión: Las migraciones tienen unas razones socio-económicas que se explican por los antagónicos comportamientos demográficos entre el Norte desarrollado y el Sur en vía de desarrollo.
Según el PNUD, (2004), entre 1975 y 2002, mientras cerca de 20 naciones africanas tuvieron en promedio una tasa de crecimiento demográfico que oscilaba entre 3% y 6,5%, en la Unión Europea dicha tasa fue inferior al 1%. Incluso, en cuatro naciones del continente europeo, esa tasa fue negativa. Norteamérica y el Este Asiático tuvieron tasas, para el mismo período, inferiores al 1,8%. En Latinoamérica y el resto de África este indicador estuvo entre 1,8% y 2,7%.
En cambio, la Unión Europea en el año 2002,tenía más del 15% de su población con una edad superior a 65 años, esto es, con una alta probabilidad de estar pensionados. En una situación cercana se hallan Japón y Estados Unidos. Contrario al anterior caso, en África Subsahariana, sólo entre el 1,3% y el 4,2% estarían con edad superior a 65 años.
Por lo tanto, mientras en Europa crece aceleradamente el número de pensionados, la población en capacidad de trabajar se está estancando. n Estados Unidos y Japón se presenta una tendencia similar pero a una velocidad menor. En cambio, en el tercer mundo hay una alta tasa de natalidad pero con una expectativa de vida muy baja. Este hecho es especialmente notorio en el África Subsahariana.
De otro lado, según la OCDE, la Unión Europea habría recibido entre 1990 y 2000, más de cuatro millones de inmigrantes provenientes de África, principalmente. Las crónicas dificultades económicas de África Subsahariana y sus tendencias demográficas explican que esta región traslade importantes cantidades de mano de obra hacia la Unión Europea. En el caso del continente americano, las migraciones de centroamericanos y caribeños hacia los Estados Unidos en el mismo período se acercaron a los dos millones de personas.
Por lo tanto, si los habitantes de los países en vía de desarrollo tienen razones objetivas para migrar, los industrializados también las tienen para recibirlos: en la medida que su población no crece y, en cambio, la expectativa de vida aumenta, estos países están requiriendo mano de obra que supla espacios en el mundo laboral y tribute al sistema de seguridad social para asegurar la sostenibilidad de régimen de pensiones.
Por lo tanto, a pesar de que periódicamente surgen movimientos xenófobos y demandas políticas para controlar o frenar la inmigración hacia los países desarrollados, hay una fuerza tendencial que abre las puertas a los extranjeros: el negativo comportamiento demográfico de Europa y, en parte, de Norteamérica.
Todo lo anterior trae una consecuencia económica directa sobre la macroeconomía de las naciones en vía de desarrollo: muchos países del tercer mundo tienen en las remesas su principal fuente de ingresos en cuenta corriente, incluso, por encima de sus principales productos de exportación. En algunos países como El Salvador, Honduras o República Dominicana, las remesas representan casi el 10% del PIB.[1]
Fuente: Banco de la República.
Desde el año 1996 hasta 2005 las remesas pasaron de ser menos de mil millones de dólares a superar los 3.500 (hoy son casi tan importantes como las exportaciones de petróleo). A la vez, el número de emigrantes en el período se acercaba a los 2 millones.
Aunque tu planteamiento sugiere un aspecto positivo e inevitable para los países receptores de migrantes, y si bien la remesas aparecen como elementos positivos para los países emisores, la “rentabilidad” de la migración parece estar superditada solo a tiempo de auge de las economías receptoras, pues la dependencia económica de las remesas tiene un costo para la economía que está expulsando los residentes. Colombia asumió este costo durante la crisis mundial, cuando España y Estados Unidos (principales destinos receptores), prescindieron de la mano de obra migrante, y por ende el flujo de remesas cayó, dejando sin ingresos no solo al trabajador exiliado, sino a la familia en su lugar natal, ocacionando efectos en los niveles de desempleo en nuestra economia y afectando por tanto la “rentabilidad” de este negocio.
Elizabeth: gracias por tu comentario tan atinado y contundente.
Estoy de acuerdo en un hecho: el ciclo económico será la montaña rusa de la “rentabilidad” de las migraciones. Ahora, la expansión económica será una fase positiva para recibir migrantes y la recesión todo lo contrario. Pero los números no son absolutos. En una recesión global muchos querran irse del “sur” al “norte” y en una expansión, todo lo contrario. Pero el fenómeno demográfico no es cíclico, es estructural: Europa envejece a una velocidad muy superior a la del resto del mundo. Por lo tanto, este será el motor de la montaña rusa…con sus subidas y sus bajadas.
Las migraciones son bastante conveniente para los países desarrollados sobre todo considerando que hay actividades de mano de obra intensiva, que los habitantes de dichos países no quieren realizar, por ejemplo actividades de aseo o agricolas, que de acuerdo a su alto nivel educativo no estan dispuestos a realizar o que encarecería dichas actividades. Por ello es muy conveniente que haya personas que hagan los trabajos sucios, peligrosos, desgastantes y para ello siempre habrá migrantes necesitados de esos pocos dolares o euros.
Sin embargo, como complemento a tu comentario, hay que decir que las migraciones también incluyen el tema de fuga de cerebros, ya que el problema demográfico de los países del norte, cada vez afecta más diferentes sectores de la economía, además del tema de mano de obra no cualificada. El envejecimiento de los europeos y las bajas tasas de natalidad, exigen una respuesta migratoria amplia.